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INFORME ESPECIAL: VIAJAR CON EL BEBÉ 12 permiten ajustar el arnés o la reclinación con una mano”. Para Alicia Ortega, directora de marketing de ARTSANA , “todo lo que sea revisar y hacer más estrictos los siste- mas de homologación nos obliga a los fabricantes a una mayor exigencia en nuestros productos. La evolución de las sillas auto bajo la normativa i-Size, a pesar de que to- davía hay una cierta confusión entre los consumidores, es positiva”. Según Philippe Darmigny, country manager de COLUMBUS TRADING PARTNER , “las sillas auto bajo la normativa i-Size están cada vez más implantadas en el mercado. Están cogiendo cuota de mercado a las antiguas R44/04, como es lógico. La nueva normativa, aunque no sea del todo perfecta, ha fomentado la inno- vación y el desarrollo de nuevas tecnologías en favor de la seguridad de los niños. Los fabricantes en su conjunto se están esforzando cada vez más en incorporar nue- vos elementos de seguridad y en proponer sillas auto que se adaptan a cada estilo de familia”. Y Michael Cen- terblad, director de DISTRIBUCIONES INDEPENDENT MARKETING , afirma que “la normativa i-Size está muy bien, pero hay que ir más de prisa con la segunda fase del i-Size para que puedan ir niños de mayor estatura y peso a contramarcha. Los padres claro que muestran interés en la contramarcha si se les explica que es cinco veces más seguro”. Por último, Alicia Piñero, asesora co- mercial de 1000bebes.com (Olérdola, Barcelona), resalta que “a parte de las mejoras que introduce la normativa i-Size, valoramos otras mejoras como los dispositivos electrónicos que ayudan a evitar el abandono o descui- do involuntario del niño, así como el indicador de si sube mucho la temperatura del vehículo”. Y Alicia Fernández, administradora de Baby Gallery (Madrid), manifiesta que “la normativa i-Size la valoramos positivamente por las nuevas mejoras que están introduciendo a las sillas auto, y además, los consumidores cada vez adquieren más estos productos”. Seguridad, ante todo Como llevamos apuntando desde el inicio de este in- forme especial, la seguridad es la principal premisa que tienen en cuenta los padres a la hora de adquirir una silla auto, aunque sea inevitable también ajustarse a un presupuesto (pero sin ser el precio el indicador principal). Los padres actuales cada vez están más concienciados con la protección de sus hijos y buscan la seguridad, la marca y la recomendación del vendedor. De esta ma- nera, el asesoramiento personalizado sigue siendo muy determinante en las compras que se realizan en la tien- da física. Para Nacho Barraquer, director comercial de JANÉ , “la prioridad puede oscilar entre varios atributos, pero el eje central siempre es la seguridad, la calidad y el precio. Esto normalmente va ligado a la percepción que La ‘vida útil’ de una silla auto A continuación, detallamos las valoraciones de algunos profesionales sobre la ‘vida útil’ o ‘fecha de caducidad’ de una silla auto y factores a tener en cuenta: u GRUPO BABYAUTO: “Seguimos la valoración de la European Nursery Products Confederation (ENPC) que empieza a contar a partir del primer uso de la silla auto y estima unos 7 años para las sillas auto de Grupos 0/0+ 1 y unos 10 años aproxima- damente para los Grupos 2 y 3 o 1, 2 y 3. Siempre advertimos a los clientes de que no es conveniente reutilizar sillas autoy no se trata de una cuestión de obsolescencia programada, se debe a que las sillas auto sufren mucho durante su vida útil”. u GRUPO OLMITOS: “Las sillas auto deberían te- ner una fecha de caducidad estimada por diversos motivos: las normativas de seguridad cambian y se actualizan; se incorporan nuevas tecnologías que mejoran la seguridad, y la exposición de las sillas a diferentes climas provoca un deterioro de losmate- riales plásticos y textiles”. u JOIE-SMART BABY: “Sí, deberían tener fecha de caducidad a partir de la fecha de inicio de uso. Lo que más afecta al plástico de las sillas es la luz del sol y los cambios de temperatura, ya que mientras las sillas están en una caja cerrada en un almacén, tienen muy poco deterioro. El detallista debería ser el responsable de introducir la fecha de venta de la silla en un sistema oficial de control. Al igual que sucede en Estados Unidos, cada fabricante debería establecer la fecha de caducidad de cada una de las sillas, ya que esta depende de cómo se haya fabricado y de la calidad de las materias primas usadas”. u MATÍAS MASSÓ: “Las sillas auto deberían te- ner una fecha de caducidad estimada, teniendo en cuenta una serie de factores: las normativas se actualizan regularmente; los productos también evolucionan; los materiales plásticos sufren una degradación; cuanto más largo sea el ciclo de vida de un artículo, especialmente cuando se transmite a través de diferentes usuarios, más inciertas serán sus condiciones”. n
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