PE4 - Planet Look

79 TRIBUNA OPINIÓN Estos pequeños detalles, que en ocasiones no vemos, son justo en los que se fija la cliente que, en definitiva, es quien hace su valoración sobre lo que ha sido la experiencia en nuestro salón. Hemos comentado en más de una ocasión que, el cliente va a venir con menos asiduidad a nuestro salón, porque ya no se busca un servicio, lo que busca en realidad es buena experiencia. Recurriendo de nuevo a la medicina cuando visitamos a un médico especialista por una dolencia menor, nos indigna el hecho de que se limite a escribir en el ordenador sin siquiera mirarnos la cara y sin auscultarnos nos ofrece un diagnóstico, un volante y una receta. Puede ser muy buen profesional, pero no es un buen médico y seguro de que nuestra opinión sería: “El camino es tan o más importante que la meta”. Si queremos sumar valor a nuestra profesión, no basta con ser un gran estilista, debemos ser capaces de ofrecer a nuestros clientes aquello que han venido a buscar. Su experiencia, si queremos que, se nos reconozca como expertos en moda, no podemos ofrecer a nuestros clientes el mismo estilo y servicio que le realizamos en su visita anterior. Si queremos que el cliente tenga una experiencia, tenemos de hacer que nuestro salón se convierta en cada una de sus visitas en un espacio innovador y dejar de recomendar aquello que sabemos que se repite año tras año, como el día de la marmota. A veces basta con modificar pequeñas cosas para que el día de la marmota parezca un evento nuevo. NO PUEDES QUEJARTE SI NO HACES LO QUE DEBES He reivindicado en esta columna que, nuestros precios se asimilan a los de los agricultores europeos. La mayoría de las veces no pagan el coste de producción y eso hace que muchos abandonen su explotación para dedicarse a otros menesteres menos sacrificados y más rentables. Por mucho que las administraciones nos carguen de burocracia, nos crucifiquen a impuestos y nos hagan cumplir con normativas que imponen desde despachos con moqueta personajes inexpertos que nunca han generado un euro, no debemos desfallecer. A diferencia de los agricultores, nosotros no nos vemos afectados por burócratas europeos que nos digan qué cosechar, en qué espacios y cómo hacerlo. En el caso de la peluquería profesional somos nosotros los que debemos analizar áreas de mejora propias y del sector para que, cuando las cosas se tornen más justas, ocupemos la posición por la que tanto hemos luchado y se nos permita ganarnos la vida dignamente haciendo lo que sabemos y nos gusta. Es por ello que, seamos honestos, al margen de los factores exógenos expuestos, nuestro futuro no depende de nadie más que de nosotros mismos. n

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