OV28 - Tierras Ovino

nº 28 - pág 92 tierras OVINO] 2019 La sensación de calor en los animales combina los efectos de la temperatura y la humedad relativa (HR) del ambiente, debido a la influencia de este parámetro en el intercambio de calor latente de los animales. Otros factores que intervienen en el confort térmico son la velocidad del viento y la radiación solar. La acción conjunta de la temperatura y la HR se expresa a través del Índice Tremohigrométrico (THI), que es una expresión matemática que combina ambas variables y es un buen indicador del estrés térmico que sufren los animales. Se han propuesto varias expresiones del THI, pero una de las más utilizadas es la propuesta por el NRC (1971): THI = (1,8*T+32)-(0,55-0,0055*HR)*(1,8*T-26,8). No hay datos suficientes de este índice en ganado ovino para establecer unos umbrales de referencia, por ello se utilizan los valores de ganado vacuno (ausencia de estrés THI<72, estrés moderado THI de 72 a 79 y estrés real THI>80). Se debería desarrollar una escala para ganado ovino y los investigadores españoles deberían ponerse de acuerdo y utilizar la misma expresión de cálculo, así sería más fácil hacer comparaciones y recomendaciones prácticas. Un ejemplo de la relación entre los resultados de producción lechera y los valores de THI son los obtenidos por Peana et al. (2017): - La producción máxima se obtuvo con THImedio = 60-65 y THImáx =60-68. - La acumulación de horas con THImedio entre 68 y72 redujo la producción. - El aumento de THI medio desde 60-65 a 68-72 redujo la producción un 14%. - El aumento de THI máximo desde 65-68 a 72-75 redujo la producción un 17%. Debe tenerse en cuenta que El THI fue calculado con la ecuación de Kliber (1964). En corderos de cebo, se ha comprobado que cuanto más tiempo pasan los animales con THI< 70, menor es la mortalidad, pero si alcanzan un valor de THI≥ 85 en algún momento del día, la mortalidad se dispara (González, 2019, ecuación de García-Ispierto et al., 2006. Comunicación personal.). En los animales con estrés por calor, se reduce la ingestión de alimento, aumenta el consumo de agua y el ritmo respiratorio, se alteran las funciones fisiológicas normales, las ovejas reducen la producción de leche y su calidad. Además, también puede influir en la incidencia de problemas de salud de las ubres. Para minimizar los efectos del estrés por calor se han identificado tres estrategias de manejo: modificación física del ambiente, desarrollo genético de razas tolerantes al calor y prácticas mejoradas de alimentación y manejo nutricional. En este trabajo se comentan algunos aspectos relacionados con la modificación del ambiente. TI.- ¿Qué alternativas de refrigeración existen para las explotaciones intensivas de ovino? ¿Cuáles ofrecen mejores resultados? M.R.- Cuando la temperatura ambiental es elevada y la ventilación del aprisco es insuficiente para reducir el disconfort térmico en los animales, se puede recurrir a la utilización de ventiladores o a sistemas de refrigeración evaporativa. Los ventiladores de aire seco pueden ser ventiladores de gran caudal dispuestos horizontalmente, que lanzan sobre los animales un chorro de aire (Figura 2) (Figura 3). Otro tipo son los ventiladores de gran diámetro y baja velocidad (Figura 4). Los primeros suelen verse con frecuencia en alojamientos de pequeños rumiantes. Los segundos son más habituales en naves industriales y en granjas de vacuno lechero, tienen la ventaja de funcionar con menor potencia que los primeros y su gasto energético es menor, pero su coste inicial es más alto. Con los ventiladores la refrigeración se realiza por convección y la sensación térmica disminuye de 4 ºC a 6 ºC. Los ventiladores verticales también se utilizan en invierno con una baja velocidad de aire (0,5 m/s) y ayudan a homogenizar la temperatura del aire en la granja, ya que la masa de aire más caliente asciende a la zona alta del edificio, mientras que en la zona baja en contacto con los animales está el aire más frío. Este movimiento mejora la temperatura ambiente a nivel del ganado. En la refrigeración evaporativa, se hace pasar el aire utilizado para ventilar a través de un panel húmedo (Figura 5). En este paso, el aire cede calor, que es utilizado para evaporar agua, aumentando así el contenido en humedad del aire y reduciendo su temperatura (de 7 Figura 8. Evolución de las necesidades de ventilación del ganado ovino en invierno.

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx