OV28 - Tierras Ovino

nº 28 - pág 91 [tierras OVINO 2019 sistema de alimentación es de ‘dieta completa’, los animales no pueden elegir los componentes de la ración y los nuevos animales que ocupan la plaza del comedero realizan su ingestión y la producción es poco afectada. Es importante comprobar la cantidad final de alimento rehusado para distribuir suficiente cantidad de alimento. En los corderos de cebo, una longitud de comedero insuficiente también provoca una incomodidad en los animales, que pueden ver reducida su ingestión y origina una falta de sincronización comportamental. Cuando unos estén descansando, otros se estarán desplazando para comer, beber agua y molestando al grupo. TI.- ¿De qué longitud de bebedero debe disponer una oveja? ¿Qué cuidados deben aplicarse al agua que se ofrece a los animales? M.R.- Las ovejas después de comer, y no hay que olvidar que comen todas a la vez, van a beber agua. Si los bebederos son individuales (de tipo cazoleta), se recomienda un bebedero por cada 25 animales y si los bebederos son pilas de agua con una boya de nivel constante, se recomienda una longitud de 0,05 metros por animal. Es importante que estos bebederos dispongan de una doble conducción de agua, una de abastecimiento y otra de evacuación del agua sucia de lavado. El mantenimiento de la limpieza diaria de los bebederos debe ser una imposición básica en cada granja, para facilitar la ingestión diaria de agua. También es importante evitar la acumulación de humedades alrededor de los bebederos, porque originarán una mayor proliferación de microorganismos patógenos, que entran en contacto con los animales en sus visitas frecuentes a los bebederos. En cuanto a la calidad del agua, se debe vigilar periódicamente. Si es posible lo mejor es buscar el abastecimiento de la red de aguas de consumo humano. Si el agua procede de pozo o de río, habrá que realizar análisis físico-químicos y microbiológicos periódicos para hacer un seguimiento de su estado de potabilidad y la necesidad de tratamiento. TI.- La temperatura es un factor fundamental de las condiciones ambientales de una explotación. ¿Cuál es el intervalo de temperatura adecuado para la producción en una granja de ovino lechero? ¿Y en un cebadero? M.R.- El ganado ovino tiene una gran capacidad de adaptación a las condiciones climáticas y se considera que el rango de temperaturas de neutralidad térmica en esta especie varía de 5 ºC a 25 ºC. Sin embargo, la temperatura es el factor climático que más influye en la producción de leche, tanto en invierno como en verano. Una cosa es que los animales sean capaces de adaptarse a condiciones más o menos desfavorables, con el esfuerzo que ello supone, y otra cosa son las consecuencias productivas que origina. Se pueden adoptar las siguientes zonas térmicas en los alojamientos, óptimas para la producción de leche: temperatura media (de 12 ºC a 21 ºC), temperatura media de las mínimas (de 6 ºC a 12 ºC) y temperatura media de las máximas (de 21 ºC a 30 ºC). En los cebaderos, las temperaturas medias en la que se consiguen los mejores rendimientos e índices de conversión varían de 10 ºC a 20 ºC, muy similar al rango de temperatura óptima para producción de leche. TI.- ¿Cuáles son los efectos negativos del estrés término en el ovino? M.R.- A medida que la temperatura ambiental de los animales se aleja del rango óptimo, se observa un descenso de producción más acentuado. Con temperaturas próximas a 0 ºC, el descenso productivo está alrededor del 15% o del 25%, dependiendo del tiempo de exposición al frío y del nivel de producción de los animales. Las pérdidas son más importantes en los animales de mayor producción. Los efectos negativos de las bajas temperaturas son particularmente importantes cuando suceden cambios bruscos de temperatura, con descensos térmicos que originan caídas de producción inmediatas y se prolongan durante varios días. Cuando la temperatura es superior a 25 ºC, se han comprobado descensos de producción del 15% si las ovejas están de 5 a 10 horas de exposición, pero si la temperatura excede de 35 ºC, el descenso es del 20% con pocas horas de exposición. En Castilla-La Mancha se ha comprobado que las pérdidas originadas por el frío en oveja Manchega son más importantes que las pérdidas originadas por el calor (Ramón et al., 2016). Este resultado también parece extensible a Castilla y León y otras zonas de España con inviernos fríos, por lo que quizás habría que revisar el aislamiento térmico de los alojamientos y la ventilación. Figura 7. Refrigeración mediante cabinas refrigerantes por sobrepresión. ✚

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