OV28 - Tierras Ovino

nº 28 - pág 88 tierras OVINO] 2019 m2 por animal. Una vez se han cumplido los requisitos de espacio, incrementos adicionales no conducen por sí solos a un mayor nivel de bienestar. El volumen del alojamiento juega un papel importante en las condiciones ambientales y se recomiendan unos valores de 8 a 10 m3 por oveja. En corderos de cebo, la superficie recomendable es de 0,5 a 0,6 m2 por cordero y el volumen de 3 a 5 m3 por cordero. TI.- ¿Existe alguna normativa que establezca el espacio que deben tener los animales en una explotación ovina? ¿Se prevé que haya nuevas regulaciones en el futuro por parte de la Unión Europea en su preocupación por el bienestar animal? ¿Esta nueva regulación podría suponer un problema de adaptación para las explotaciones españolas? M.R.- No hay una normativa de dimensionado, pero se han establecido unos criterios para evaluar el nivel de bienestar animal, cuyos resultados se ven afectados por el dimensionado. Si no se afrontan directamente las necesidades de superficie por animal, la exigencia de un cierto nivel de bienestar en las granjas será una forma indirecta de exigir el dimensionado de los alojamientos. Las granjas actuales, en muchos casos tienen problemas de dimensionado, entre otras cosas porque han ido creciendo en censo y no siempre han aumentado las instalaciones. En las granjas de reciente construcción, las dimensiones son más adecuadas. También cabe señalar algunas explotaciones que ven limitada la superficie de sus alojamientos por normativas urbanísticas y, en este caso, han de adaptar su censo al espacio disponible. TI.- ¿Qué problemas sanitarios y productivos se derivan de un menor espacio del adecuado para los animales? ¿Cuáles son las conductas que se ven alteradas? M.R.- Los problemas derivados de una alta densidad de animales (o una baja disponibilidad de superficie/ animal) se asocian con una situación estresante para el ganado y una falta de higiene. Se determinan cambio en los patrones de conducta, ya que disminuye el tiempo que están tumbadas y aumenta el tiempo que permanecen de pie o en movimiento. No descansan bien. También hay disminución de la actividad, mayor incidencia de interacciones sociales, mayor suciedad de las camas y en la lana, aumento de las emisiones de gases nocivos, que están respirando los animales, entre ellos el amoniaco, aumento de la carga microbiana del aire, mayor prevalencia de enfermedades en general, como mamitis, problemas de pezuña y trastornos respiratorios. Por otra parte, hay menor producción de leche, menor crecimiento de los corderos y mayor mortalidad, reducción de la calidad microbiológica de la leche, peores características tecnológicas de la leche y puede afectar al proceso de maduración del queso y origina peor calidad. Otro problema adicional es que una superficie inadecuada por animal puede ir acompañada de un volumen insuficiente de alojamiento, quedando las condiciones ambientales muy dependientes de un buen funcionamiento de la ventilación. TI.- ¿Qué factores se deben tener en cuenta para un correcto dimensionado de los alojamientos? ¿Cómo influyen las necesidades derivadas de las diferentes etapas productivas de las ovejas, como es el caso del espacio destinado para parideras o para la lactancia de los corderos? M.R.- Los alojamientos se dimensionan para que los animales estén en buenas condiciones y además para realizar con ellos una serie de tareas. En primer lugar, es preciso atender las necesidades individuales de espacio, que como se ha comentado anteriormente ✚ Figura 2. Vista superior de la disposición de los ventiladores (izquierda) y vista lateral (derecha), donde se aprecia una ligera inclinación (15-20º) hacia los animales, para refrigerar. Figura 3. Vista de ventiladores en una nave.

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