OV28 - Tierras Ovino

nº 28 - pág 87 [tierras OVINO 2019 la producción de leche no debe reducirse. TI.- ¿Y en la carga o descarga de animales en cebaderos? M.R.- En los cebaderos, los muelles de carga son importantes para reducir el estrés de los corderos en el proceso de carga. Los animales, una vez introducidos en la plataforma elevadora, son subidos a los diferentes pisos de jaulas del camión, para facilitar su entrada con comodidad. TI.- Algunos expertos señalan que en España se construyen instalaciones sobredimensionadas y demasiado complejas, en comparación con otros países europeos, con el consiguiente riesgo para amortizar las inversiones. ¿Comparte esa reflexión? ¿Deben asesorarse los ganaderos antes de construir nuevas explotaciones? M.R.- En España, los alojamientos no están sobredimensionados, sino más bien al contrario. Sin embargo, hay otros aspectos importantes para las condiciones ambientales y el funcionamiento de la granja, como el aislamiento térmico y la ventilación, que sí son más deficientes. Las condiciones climáticas en España, a diferencia de otros países europeos, son exigentes para el frío y para el calor. Los ganaderos deben asesorarse antes de ponerse a construir unas naves para su ganado, porque las consecuencias positivas o negativas de la elección adoptada serán para muchos años. TI.- Y por lo que respecta a las ya existentes, también se habla del término ‘granja enferma’, para enfatizar la influencia de unas instalaciones anticuadas y mal cuidadas en la difusión de enfermedades en el rebaño. ¿Existe ese riesgo? M.R.- Se ha destacado la importancia de los alojamientos como un factor de producción, pero también está el factor humano, que debe intervenir favorablemente para conseguir unas buenas condiciones ambientales. Hay ganaderos que con su manejo son capaces de corregir deficiencias de sus alojamientos y conseguir buenos resultados productivos, pero también hay otros que permiten la acumulación de suciedad alrededor de las naves, dejan transcurrir demasiado tiempo entre la limpieza del estiércol, no desinfectan adecuadamente después de limpiar la nave, no distribuyen cama suficiente para mantenerla limpia y seca… La acumulación de suciedad en el interior de las naves y su entorno es un factor de riesgo para el mantenimiento y la difusión de enfermedades. TI.- ¿A qué aspectos de las instalaciones se les debe prestar una mayor atención? M.R.- A los aspectos ambientales. Los apriscos deben aportan una disposición, unas dimensiones y unas aberturas de ventilación que faciliten unas buenas condiciones ambientales en su interior. Se busca, en general, que sea capaz de mantener una buena temperatura en el interior y que ventile bien, tanto en invierno como en verano. En zonas frías suelen ser naves cerradas, mientras que en zonas cálidas abundan las naves abiertas, a las que les falta una pared o las cuatro paredes. A veces en zonas frías encontramos naves semiabiertas o con aberturas de ventilación excesivas. Sacrifican el control de la temperatura en invierno (naves frías) por una ventilación abundante. TI.- ¿Cuánto espacio debe tener una oveja adulta en una explotación de ovino? ¿Y cuántos metros cúbicos? ¿Existen diferencias entre razas? Y en el caso de los corderos, ¿cuáles son sus necesidades de espacio? M.R.- Los pequeños rumiantes son animales gregarios, pero necesitan su espacio individual para poder desarrollar su comportamiento natural. El espacio disponible es un parámetro muy importante que afecta al bienestar de los animales estabulados y es uno de los criterios más fiables para vigilar el nivel de bienestar en los alojamientos. En el Proyecto Europeo sobre Bienestar Animal en Pequeños Rumiantes (AWIN, 2015), se ha comprobado en animales gestantes estabulados que el umbral óptimo de densidad está entre 1 y 2 m2 por animal. Superficies mayores no aportaron beneficios adicionales a los animales y una superficie de 1m2 por animal resultó insuficiente. En ovejas de leche, una superficie de 1,8 m2 por oveja es adecuada para que desarrollen su comportamiento habitual sin sufrir estrés por permanecer estabuladas, aunque se ha de vigilar la suciedad de la cama para que no aumente el Recuento de Células Somáticas (RCS). En este sentido, hay recomendaciones de 2 m2 por oveja, porque superficies menores pueden afectar negativamente a la suciedad de la cama, al estado de salud de la ubre y a la producción de leche. Sin embargo, en sistemas de semi-estabulación, que incluye la salida de los animales fuera del alojamiento durante el pastoreo, la superficie puede reducirse a 1,5 Figura 1. Dimensionado individual del local para una oveja. Profundidad del local. ✚

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