OV28 - Tierras Ovino

nº 28 - pág 84 tierras OVINO] 2019 los ganaderos que encuentran aquí el principal problema para seguir con la actividad. El dato más preocupante por tanto del sector y lo que, sin duda está teniendo y va a tener más consecuencias a medio plazo, es la falta de relevo generacional. Basta con observar la edad media de los ganaderos y las incorporaciones que se están produciendo. Digamos que estamos en una tasa de natalidad de ganaderos muy negativa. En esta falta de relevo generacional influyen varios de los motivos comentados, pero sin duda resulta determinante la baja rentabilidad de las explotaciones. Este tercer concepto de sostenibilidad, el económico, es por tanto bajo mi punto de vista el que no permite que podamos considerar la ganadería extensiva como una actividad sostenible de futuro a medio plazo. ¿Acaso el consumidor o el mercado está dispuesto a comer el doble de corderos o el triple de cabritos y a pagar el doble de precio que paga hoy? ¿O acaso la PAC se va a adecuar a sus objetivos básicos de medioambiente y clima, equilibrios territoriales y desarrollo rural y va a compensar de verdad, en tiempo y forma a la ganadería extensiva? Se están haciendo esfuerzos importantes, tanto a nivel individual como a nivel colectivo. en la comercialización. Creo fundamental que el propio sector transforme de abajo a arriba y diferencie su producto a través de Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) o de otro tipo de marcas, donde quede claro el origen y la zona de producción. La Interprofesional está haciendo su labor, si bien el problema no es sólo y únicamente de consumo, sino que también lo es de márgenes, apretados en exceso. Debemos seguir en esa línea, aunque resulta evidente que los cambios que se van consiguiendo lo hacen a una velocidad extremadamente lenta para los problemas que tiene el sector. El hecho claro, según los datos que podemos observar en el panel de Rengrati, es que la ganadería extensiva es insostenible económicamente sin ayudas, en España y en Europa. No es algo ajeno al resto de producciones agrarias y ganaderas, pero el factor diferencial de la ganadería extensiva es que estas ayudas en gran parte de los casos, y especialmente en la zona de la que estoy hablando, es insuficiente para conseguir la viabilidad económica y contrarrestar el lucro cesante de la actividad, de ahí la tasa de abandono y de incorporación. Es totalmente obligatorio crear un plan estratégico nacional. Hacer honor a la palabra ‘política’ que llevan las siglas PAC y que ésta no sólo sea un reparto de fondos entre comunidades y sectores con un punto de partida inicial que resulta desequilibrante para nuestros territorios y para nuestras ganaderías extensivas. Un plan que indique dónde queremos ir, que module los fondos en esa dirección y compense el esfuerzo frente a la comodidad. La dependencia de las ayudas es y será total, al menos en un futuro cercano. La ganadería extensiva es muy sostenible para el medio ambiente y clima, sostenible con un poco más de esfuerzo en el aspecto social, manteniendo y fijando población en el mundo de mayor índice de ruralidad. Esto ya supone de por sí un importante retorno a la sociedad de esas ayudas, o bien entendidas esas inversiones, pero si encima éstas se modulan y se priman, a través de un producto en calidad diferenciada y con trazabilidad, a través de la cantidad que garantice la seguridad alimentaria en sus dos vertientes de salud y abastecimiento, y se prime además a la gente joven no sólo para su incorporación sino para su mantenimiento posterior, habremos dado pasos importantes para una sostenibilidad completa. Es necesario ese pacto social que se planteó en la mesa redonda y esa búsqueda de alianzas y diálogo con todos los componentes de la sociedad humana y virtual. ✔

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx