OV28 - Tierras Ovino

nº 28 - pág 83 [tierras OVINO 2019 que podemos designar como hortícolas-ovino. La combinación del aprovechamiento de los recursos disponibles en las distintas zonas es muy biodiverso y cambiante, de ahí la dificultad de descripción. También se debe destacar la importancia de la trashumancia en la zona, sobre todo para los sistemas de montaña donde no menos de 35.000 ovejas se mueven en dirección este-oeste en invierno buscando zonas más cálidas y con más recursos en pastos. Hay una característica predominante en toda la zona y en todos estos sistemas. La tierra o la base territorial no suele ser propiedad en un alto porcentaje, salvo raras excepciones, del ganadero, lo que sin duda condiciona el manejo y el aprovechamiento. No es casualidad que la gran mayoría de derechos especiales de ovino y caprino, que últimamente reciben críticas injustificadas incluso del propio sector, se encuentren en esta zona. Será algo de añoranza del acoplamiento pasado… Esta estructura de la propiedad, entre otros factores, crea otra característica común de manejo de la zona, y es que en mayor o menor medida la pastoría se hace de forma conducida, es decir, lo habitual es ver el rebaño con las ovejas y cabras junto al pastor y el perro. Algo que creo quedó claro en la mesa redonda es que nos hace falta una buena definición de ‘ganadería extensiva’. Increíble, pero no existe, aunque todos los profesionales tengamos más o menos claro lo que es. Hace falta una buena definición consensuada, sin caer en la ortodoxia y sin caer en la hipocresía del calzador o del ‘todo vale’. Llevamos comulgando desde el sector ganadero con ambos extremos bastante tiempo, lo que sin duda nos perjudica y, lo más grave, confunde a la sociedad. En este contexto, centrándonos en la primera parte del concepto de sostenibilidad, el medioambiental, es sin duda el componente que debería ser más importante para la defensa de la ganadería extensiva. Intento encontrar un ejemplo tan claro de economía circular o bioeconomía tan de moda hoy… y cuesta trabajo encontrarlo. Hay que echar mucha imaginación o hacer un uso muy parcial de los datos para encontrar casos tan sostenibles medioambientalmente como la ganadería extensiva. Podríamos hablar de combustible o incendios, de desertización, fertilidad del suelo, fauna y flora ligada, de gestión del territorio, de bienestar animal, de patrimonio cultural y de muchas cosas más. No insisto, ya que creo que quedó claro en la mesa al escuchar la exposición de algún ponente. El sector ha mejorado y sigue haciéndolo en este sentido, pero es difícil reconocer y localizar qué estamos haciendo mal, para que algo que debía ser muy positivo para nosotros, como el cambio climático, se haya convertido en un ataque y una amenaza, ya que en la mayoría de los casos sólo se destacan los aspectos negativos, sin apenas diferenciar entre producciones, como son gases de efecto invernadero, visión antropológica inexperta del bienestar animal, alimentación animal, carnes rojas y salud, resistencia a antibióticos… Sólo nos queda, ante este escenario, que la sociedad conozca la producción extensiva una vez definida de forma correcta y el papel que realiza en la naturaleza. El aspecto social de sostenibilidad nunca estuvo tampoco a la altura de las circunstancias. Sin duda, la ganadería extensiva es una profesión netamente rural y suele ocupar territorios de alto valor natural, pero de baja actividad económica y de localización marginal, por tanto, con importantes problemas poblacionales. En este sentido, la actividad ganadera extensiva de ovino requiere de una exigencia elevada que implica la presencia continua y atenta del rebaño en general y, en especial en esta zona donde la pastoría conducida es lo habitual, lo que supone muchas horas de trabajo que dificultan la conciliación familiar y social que a su vez determina la falta de prestigio y reconocimiento social. Siempre fue así y si cabe, y a pesar de que algunos ganaderos opinen lo contrario, yo diría que la situación ha mejorado en calidad de vida, si bien la percepción es la contraria y es la que se transmite, posiblemente porque no ha mejorado al mismo nivel que en otras profesiones, por ejemplo, la agrícola que es tan cercana. Cualquier actividad fija población, pero no con el mismo grado que la ganadería en las zonas de baja densidad de población. La búsqueda de pastores asalariados vuelve a ser una odisea. No es una profesión que resulte atractiva y volvemos al nivel de dificultad del año 2007. Es un reto encontrar, enseñar y mantener a un pastor. Son muchos ✚

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