OV28 - Tierras Ovino

nº 28 - pág 8 tierras OVINO] 2019 rentabilidad. Respecto de la raza explotada, en las razas autóctonas, que tienen una morfología mamaria menos adaptada, la instalación de automatismos, como retiradores automáticos de pezoneras puede ofrecer ventajas menos evidentes que en razas con morfología mejorada. Por su parte, en las razas autóctonas, al tener, menor producción, puede ser más ventajoso dedicar parte de la inversión a optimizar las tareas dedicadas a la entrada y salida de los animales a la sala de ordeño (amarres revoltables, puertas en cascada…) ya que tienen un tiempo de ordeño menor. Otro asunto a tener en cuenta es el modelo productivo. En modelos productivos familiares, en el que es el propio dueño de la explotación el que se dedica a ordeñar, hay que tener en cuenta que esta misma persona se va a dedicar a otras labores, como puede ser labores de alimentación, limpieza o incluso de otras labores agrícolas, por lo tanto, habría que reducir al máximo el tiempo dedicado al ordeño. En un modelo productivo con personal contratado para esta labor se entiende que la mano de obra tiende a especializarse en una de las labores de la explotación, por tanto, a un tamaño de sala dado, pueden ordeñarse mayor número de animales para sacarle el mayor rendimiento posible a la sala y a la mano de obra contratada. TI.- ¿Cómo han evolucionado en los últimos años las prestaciones del equipamiento de las máquinas de ordeño? ¿Cuáles han sido las novedades más significativas y las que más han aportado a los productores? J.B. Y D.M.- Actualmente en las salas de ordeño de ganado ovino podemos encontrar prácticamente todos los automatismos que podemos encontrar en una sala de ordeño de ganado vacuno, desde puertas separadoras a retiradores automáticos de pezoneras, pasando por medidores electrónicos de producción. Hay otros que pueden parecer avances menos evidentes, como los amarres con entrada en cascada y salida rápida frontal. Estos aportan un beneficio, no sólo en rendimiento de la sala de ordeño, sino también en la facilidad con la que se manejan los animales y, por supuesto, en su bienestar en el momento del ordeño, lo cual va a tener consecuencias positivas en un correcto vaciado de la glándula mamaria y en la calidad de su leche a largo plazo. TI.- En ocasiones se define el ordeño como el ‘centro de mando’ de una explotación lechera, debido a la cantidad y calidad de datos que se pueden extraer a través de los sistemas de medición electrónica. ¿Hasta qué punto se han ido incorporando las tecnologías digitales en estos equipamientos? ¿Cómo ha evolucionado la tecnología para la recogida de datos, su transmisión a tiempo real y la gestión de estos datos en la propia explotación? J.B. Y D.M.- Con los sistemas actuales de identificación individual y de medición electrónica de la producción lechera individual, podemos conocer la dinámica de ordeño de cada uno de los animales de la explotación, detectando no sólo la cantidad de leche producida por cada animal, sino también su tiempo de ordeño, los flujos medios y máximos de leche, el tiempo que tardan los animales en entrar y salir de la sala de ordeño, e incluso si se han producido entradas de aire por una mala colocación de las pezoneras o patadas de los animales. Dada la implementación actual de la informática en las salas de ordeño, podemos observar estos datos a tiempo real desde un ordenador conectado a la sala, prácticamente como si estuviéramos visualizando el ordeño en ese preciso momento. Con esta información podemos realizar una gestión integral de la explotación, adecuando raciones a la capacidad productiva de los animales, planificando lotes de secado o dar instrucciones a los operarios encargados del ordeño si fuera necesario. TI.- Una de las tecnologías de ordeño más interesantes es la de los retiradores de pezoneras por flujo. ¿Qué opciones de retiradores hay en el mercado? ¿Qué resultados ofrecen? ¿Son una garantía para evitar el sobreordeño, mejorando la sanidad de la ubre, y también para facilitar la rapidez en el ordeño? J.B. Y D.M.- Actualmente, casi todos los fabricantes de tecnología aplicada al ordeño disponen de retiradores automáticos de pezoneras. Los más básicos funcionan planificando un tiempo de ordeño individual fijo como, por ejemplo, dos minutos. Esto puede ser muy cómodo de programar, pero podemos caer en el riesgo de sobreordeñar algunos animales o que otros animales salgan de la sala de ordeño con un vaciado de la glándula mamaria muy deficiente. Otros más avanzados funcionan cortando el vacío a partir de un flujo umbral de leche o flujo mínimo. Este flujo de leche es detectado por los indicadores o medidores de producción. Los medidores se diferencian de los estimadores en que aseguran una precisión en la medición certificada por un organismo independiente (International Committee for Animal Recording, ICAR). Los más avanzados van instalados junto con un cilindro o brazo retirador que, de forma mecánica, retira propiamente el juego de ordeño. Si estos últimos están instalados en salas de ordeño en línea media o alta giran para la puesta de pezoneras en los animales de la plataforma contraria. Para que los retiradores automáticos de pezoneras por flujo funcionen correctamente debemos disponer, preferentemente, de medidores electrónicos correctamente calibrados. No podríamos decir que estos dispositivos sean una garantía,

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