OV28 - Tierras Ovino

nº 28 - pág 62 tierras OVINO] 2019 a nivel ruminal. De tal forma que unos valores muy bajos de concentración de urea en leche implican que no hay suficiente nitrógeno disponible a nivel ruminal (Proteína Degrable en Rumen-PDR) para la energía disponible por la microbiota, reciclando una parte de la urea sanguínea via salivar. Por el contrario, niveles altos de urea en leche son indicativos de un exceso de PDR para la energía disponible y el amoniaco formado en la degradación ruminal atraviesa la pared del rumen, pasa a sangre y en el hígado es sintetizada urea que via sanguínea será eliminada en orina y leche. Hay que tener en cuenta que, aun existiendo un equilibrio correcto en energía y proteína al aumentar la ingestión de proteína los niveles de urea en sangre y orina también aumentan. En ganado vacuno lechero existe mucha información y utilizada en la práctica, sobre los niveles adecuados de urea en leche ya que maximizar la eficiencia de utilización digestiva ruminal de las raciones es un objetivo indiscutible en estos momentos. En ganado vacuno lechero, valores de 150 a 350 mg/l de urea en leche son considerados como adecuados, en función del nivel productivo de los animales. Como ha sido evidenciado hace décadas, niveles altos de urea en sangre-leche dan lugar a baja eficiencia reproductiva (fertilidad), además de irritación de otros epitelios (gládula mamaria, etc.) y suponen una pérdida de nitrógeno por orina que, además, conlleva problemas de contaminación ambiental frente a los que las explotaciones han de rendir responsabilidades en un futuro cercano. En el ganado ovino lechero la información disponible sobre los valores adecuados de concentración de urea en leche es escasa. En los datos considerados en este trabajo, el valor medio de urea en leche, en los controles anteriores a la IA, fue de 622 mg/l, indicando en la figura 12 la distribución de los datos en función de los grupos de concentración de urea en leche. Dado que la concentración de urea en leche es un indicativo de la alimentación de la ganadería se encontraron diferencias significativas (p<0,05) entre ellas; con valores de 438 mg/l y 772 mg/l de urea en leche como valores medios de las 5 ganaderías con menores y mayores valores de urea en leche, respectivamente. La relación de la concentración de urea en leche presenta una correlación significativa y negativa con la producción de leche, como puede observarse en la figura 13. Podría pensarse que esta relación debería ser a la inversa ya que al aumentar Figura 11. Contenido en células somáticas (x1000/ml) de la leche en función de la producción anterior a la IA (kg/d). Figura 12. Distribución de las IA (%) en función de la urea en leche (mg/l). Figura 13. Valores medios de urea en leche (mg/l) de los lotes de IA en relación con los grupos de producción (kg/d) antes de la IA. Figura 14. Fertilidad en función de la concentración de urea en leche (mg/l). la producción de leche las necesidades proteicas aumentan y esa mayor ingestión de proteína, aún en raciones equilibradas para la relación energía/nitrógeno disponible a nivel ruminal, supondría un aumento de los niveles sanguíneos de urea y, en consecuencia, de los niveles de esta en leche. Una posible explicación podría estar en el uso de raciones de composición similar con independencia de la producción de leche de las ovejas y variando sólo la cantidad y en el caso de ovejas con menor producción (menores necesidades) el exceso de proteína no necesaria sería eliminada por la orina y la leche. Estos resultados coinciden con los datos de una encuesta realizada en el año 2016 a ganaderos de ASSAFE sobre el ma-

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