OV28 - Tierras Ovino

nº 28 - pág 30 tierras OVINO] 2019 Eso supone, en su opinión, que sea imprescindible hoy en día el uso de la medición electrónica y de un sistema de gestión de datos en cualquier rebaño de ovino. Y muy pronto ya no bastará siquiera con esa gestión de los datos, sino que se irá avanzando hacia la gestión total de la granja, el famoso 4.0 -añade-. Y quien no aplique estos sistemas de trabajo, perderá efectividad a la hora de tomar sus decisiones, lo que supone perder tiempo y dinero, según González. LAS VENTAJAS PARA EL GANADERO Para el ganadero Jesús Martínez Oreja, las ventajas que les ha aportado la nueva sala de ordeño también están claras: “Cualquier tecnología que aplicas en la explotación tiene que ir dirigida a mejorar la rentabilidad, a darte más comodidad o a ahorrarte tiempo de trabajo”. Y la nueva sala de ordeño que han instalado les ayuda en muchos de esos aspectos. En primer lugar, les permite ahorrar tiempo y reducir el volumen de trabajo, por la retirada automática de las pezoneras con el control de flujo. Eso evita además el sobreordeño, que redunda en una mejora de la sanidad de las ubres. Y, en segundo lugar, les permite tener un control diario de cada oveja, de lo que produce y de lo que consume, lo que hace posible conocer su productividad y su rentabilidad prácticamente en tiempo real, ayudándoles a ser más competitivos en un mercado como el de la leche de oveja, en el que los márgenes están muy ajustados. En el futuro no descarta seguir incorporando otras tecnologías para mejorar la gestión del rebaño, aunque señala que si se cobrara un precio más alto por la leche sería más fácil acometer todas esas inversiones. Eso haría más fácil además el relevo generacional, que es una de las asignaturas pendientes: “En mi caso concreto, tengo una hija, y obviamente me gustaría que se animara a continuar con la explotación, pero creo que no va a ser así”. Tendrá que buscar otras alternativas. Para animar a la incorporación de nuevos ganaderos, Jesús asegura que hoy en día ésta es una actividad como otro cualquiera: “se trabajan ocho horas y gracias a la innovación y a la tecnología se ha conseguido tener cada vez más tiempo libre”, asegura. “Ahora, en el campo se vive bien, ni molestas ni te molestan. Yo personalmente estoy orgulloso de la profesión de ganadero y si volviera a nacer volvería a serlo, seguro, porque se vive cómodamente”, añade. Aunque reconoce que es una actividad que “te tiene que gustar, porque si no te gustan los animales, la genética y demás, te aburres y abandonas ya que en muchas ocasiones exige un sacrificio importante”. Jesús Martínez también se muestra muy satisfecho por los servicios que le ofrece Cobadu: “La cooperativa está a nuestra disposición para cualquier problema técnico que nos surja. Está las 24 horas del día pendiente de nosotros y la verdad que estamos muy contentos. Nos proporciona el mantenimiento de la sala y nos suministra cualquier producto que necesitemos”. ✔

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