OV28 - Tierras Ovino

nº 28 - pág 10 tierras OVINO] 2019 y los fabricantes deberán adaptar la tecnología a la morfología de los animales igual que se hizo con anterioridad con otros elementos como pezoneras, manguitos, parámetros de vacío y pulsación. De momento, el valor económico de un robot es un escollo insalvable para los pequeños rumiantes si estos están limitados al ordeño de 60 animales. Por otra parte, hace 25 años existían elementos en las salas de ordeño de ganado vacuno que parecía imposible que se aplicaran en los pequeños rumiantes que ahora mismo se están instalando, por lo que nada es descartable. De momento, la retirada automática de pezoneras está conseguida. Los próximos pasos a seguir serían mejorar los sistemas de control sanitario de la leche ordeñada y, a largo plazo, la puesta automática de pezoneras. TI.- Analizando aspectos más concretos, ¿qué datos aporta el ordeño para tomar decisiones respecto a la sanidad mamaria de cada oveja? ¿Es razonable pensar que se puede avanzar en conocer de forma inmediata la calidad de la leche de cada animal para facilitar esa gestión sanitaria? J.B. Y D.M.- Las salas de ordeño de ganado vacuno ya incorporan sensores de color o de conductividad eléctrica de la leche para evaluar el estado sanitario de la glándula mamaria, en el caso de los robots para vacuno lechero incluso analizando la leche de cada uno de los cuarterones. En el caso de la oveja y, sobre todo, de la cabra, existe una gran variabilidad entre individuos para esta variable sin que existan alteraciones del estado sanitario. Sin embargo, sí parece razonable que, a largo plazo, se optimicen estos sistemas y, teniendo medidas continuadas de todos los ordeños de un mismo animal, se puede prevenir la aparición de mastitis en los animales. Con esta información se pueden tomar decisiones que minimicen las pérdidas económicas derivadas de estos procesos como por ejemplo segregar animales o planificar tratamientos. TI.- Por lo que respecta a la gestión reproductiva, ¿qué datos puede aportar la máquina de ordeño para ayudar al ganadero a tomar decisiones sobre las ovejas que deben ser cubiertas o retiradas de la producción? J.B. Y D.M.- Mediante los sistemas de medición de producción lechera, la propia máquina de ordeño nos permite tener mediciones como la media semanal y, en base a ella, nos decidiremos cuándo poner las ovejas en cubrición. Después de los 60 días siguientes, periodo que comprende cubrición hasta primera ecografía, los valores que nos ofrece el sistema de gestión de la máquina de ordeño nos indicarán mediante esta media cuándo debemos secar a la oveja y prepararla para el parto. TI.- Respecto a la vinculación entre la alimentación y el ordeño, ¿qué tecnologías se han desarrollado para dosificar a cada oveja o a cada lote una ración de alimentación dependiendo del momento de producción en el que se encuentre? J.B. Y D.M.- Algunos fabricantes europeos de máquinas de ordeño rotativas para caprino han diseñado sistemas por los que, teniendo en cuenta la producción lechera individual de la última semana, permiten realizar un manejo más o menos individualizado. A cada lote de animales, según su nivel productivo, se le da una ración base en los comederos presentes en los corrales y a todos los individuos que sobrepasen la media de producción del lote se le da un complemento extra de concentrado en la sala de ordeño con una aproximación de 100 gramos. Sin embargo, en España estos sistemas de ordeño no acaban de implantarse para ganado ovino. De hecho, se han desarrollado diferentes modelos para dar de comer a los animales, pero ninguno acaba de ser fiable al cien por cien. Nosotros, en Cooperativa La Muntanyeta, contamos actualmente con los sistemas tradicionales, como son carro mezclador y cinta de alimentación. TI.- ¿Han permitido las innovaciones en el ordeño mejorar la velocidad en el ordeño y aumentar la ratio de litros producidos por hora de ordeño y operario? ¿Qué influencia ha tenido esa mejora en el coste por litro? J.B. Y D.M.- Sí, en La Muntanyeta hemos mejorado los litros por hora y persona. Hemos pasado de 50 o 60 litros por hora y persona hace treinta años a ordeñar una media de 130 litros por hora y persona. En este incremento influye genética y diseño de amarres, aparte de la tecnología de la ordeñadora. Hemos reducido a la mitad el tiempo para obtener los mismos litros que hace treinta años, pero el coste de ese tiempo es mucho más caro, no por el sueldo neto del trabajador, sino por el sueldo bruto que tiene que pagar la empresa. TI.- En un contexto en el que la mano de obra es una de las principales preocupaciones de las explotaciones de aptitud láctea, ¿influye la tecnología en hacer que el trabajo sea menos laborioso, mejorando las condiciones de vida y facilitando la incorporación de trabajadores y el relevo generacional? A su vez, ¿se hace necesario contar con una mano de obra cada vez más especializada en los asuntos relativos al ordeño? J.B. Y D.M.- La tecnificación hace homologable el trabajo del ordeño a otros trabajos similares a los años

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