OV27 - Tierras Ovino

nº 27- pág 9 [tierras OVINO 2019 en la dieta se redujo el porcentaje de urea reciclada al rumen. En el caso contrario, cuando hay un exceso de PDR en la dieta, aunque el animal intensifique el reciclado de la urea, ésta vuelve al rumen y se transforma en amoníaco, pero al no haber energía no puede utilizarse. La consecuencia es que se debe sintetizar más urea para eliminar ese amoníaco y por ello se excreta más urea en leche y en orina. Este hecho tiene consecuencias muy negativas para el animal. En primer lugar, le obliga a realizar un gasto energético extra, ya que por cada molécula de urea que se sintetiza se gastan 4 ATP. Si esta energía se convierte a leche producida, eliminar 100 gramos de exceso de PDR consume la energía necesaria para sintetizar entre 165 y 180 gramos de leche de oveja, incluso llegaría a 200 gramos de leche con un menor contenido en grasa. Además, se ha comprobado que el exceso de amoníaco reduce la eficiencia de síntesis de proteína microbiana, por lo que también se pierde proteína microbiana. Otro aspecto fundamental es que aumenta la contaminación medioambiental, ya que hay una mayor excreción urinaria de nitrógeno, y en estudios recientes se ha comprobado que también influye en la producción de metano, que se produce fundamentalmente en la fermentación de los esqueletos carbonados generados en el metabolismo de los aminoácidos. En estudios in vitro (Vanegas et al., 2017) se ha observado que fermentar 100 gramos de PDR en exceso genera casi tres litros de metano. Por otra parte, están muy bien constatados los efectos negativos de un exceso de urea en la reproducción, con una disminución de la fertilidad tanto en vacuno como en ovino y caprino. Un estudio realizado en Cerdeña con ovejas lecheras de raza Sarda (Molle et al., 1998) determinó que al aumentar el nivel de urea en leche por encima de 450 miligramos por litro se reducía la fertilidad obtenida en la primera y segunda inseminación tras el parto del 82 al 71%, aunque no hubo diferencias en la prolificidad. También se han constatado otros efectos negativos de altos niveles de urea en leche en diferentes estudios realizados en ovino, ya que en ocasiones se ha observado un incremento en el recuento de células somáticas, una mayor incidencia de mamitis, laminitis, edema mamario y diarreas, una reducción de la funcionalidad hepática debida a la sobrecarga hepática y deficiencias en el funcionamiento del sistema inmune. DIGESTIBILIDAD INTESTINAL DE LA PROTEÍNA Y UTILIZACIÓN METABÓLICA DE LOS AMINOÁCIDOS Como se ha comentado anteriormente, en la digesta que abandona el rumen se encuentran tres fracciones proteicas: la proteína del alimento que no ha sido degradada, la proteína microbiana y la proteína endógena. Estas tres fracciones proteicas tienen una digestibilidad intestinal distinta. Así, la proteína microbiana tiene una alta digestibilidad intestinal, con valores entre el 80% y el 85%, y lo mismo ocurre con la proteína endógena, con un valor medio del 80%. Por lo que respecta a la proteína no degradable en el rumen, cada ✚ 025O009

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