OV27 - Tierras Ovino

nº 27- pág 61 [tierras OVINO 2019 macho produce el 50% de los espermatozoides de un adulto, no alcanzando su máxima producción de espermatozoides hasta los 2-2,5 años de edad. Por ello, para calcular el número óptimo de carneros necesarios en una explotación, que debe estar en torno al 4%, debemos considerar a efectos prácticos que dos corderos jóvenes cuentan como un macho adulto (Folch, 2000). 3º.- Nutrición de los machos El testículo es muy sensible a la nutrición y responde muy rápidamente a los cambios que se producen en la dieta (Folch, 2000). Así, se ha comprobado que una alimentación insuficiente durante diez semanas provoca la disminución del volumen testicular, de los niveles hormonales, del riego sanguíneo, etc. Como consecuencia, la producción de espermatozoides y, por tanto, la capacidad fecundante puede verse seriamente reducida si la alimentación de los carneros no es la adecuada. 4º.- Revisión periódica de los machos previa a la cubrición Seis semanas antes de cada cubrición deberíamos hacer una revisión de los machos chequeando los siguientes puntos: ► Revisión de aplomos y pezuñas: para detectar posibles defectos (cojeras, pezuñas muy largas, etc.) que puedan limitar la movilidad de los machos durante la cubrición. ► Revisión de la condición corporal: como hemos visto anteriormente, la nutrición de los machos es fundamental y se correlaciona directamente con la calidad y cantidad seminal del macho. Cuando la condición corporal de los machos es inferior a 2,5 puntos, la calidad y cantidad del semen se ve seriamente afectada. En el momento de iniciarse el periodo de cubrición, los machos deben estar en una condición corporal de 3,5 puntos. Si en el momento de la revisión (Figura 2) detectamos una condición corporal baja de los animales, estaremos aún a tiempo de realizar un flushing (sobrealimentación durante un periodo corto de tiempo) y, de esta manera, mejorar su estado y su rendimiento en el periodo de cubrición. ► Revisión del aparato genital: ● Revisión del pene y prepucio. Exteriorizar el pene para ver que no haya ninguna alteración externa en los genitales (Figura 3). ● Tono y consistencia testicular. Palpar los testículos para comprobar que tengan la consistencia y el tono óptimos (Figura 4). También se debe revisar que no haya ninguna inflamación o adherencia que limite su movilidad dentro del escroto. La palpación permite detectar cualquier anomalía a nivel de testículo o epidídimo. Según las alteraciones detectadas, se podrán realizar las pruebas analíticas oportunas para tomar la decisión de tratar al carnero o bien de eliminarlo, siempre según el criterio del técnico de la explotación que realiza la revisión de los sementales. Figura 3. Exploración del aparato reproductor, revisión del pene y prepucio. Figura 4. Comprobación del tono y la consistencia de los testículos. Figura 5. Medición del perímetro testicular. ✚

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx