OV27 - Tierras Ovino

nº 27- pág 56 tierras OVINO] 2019 seminal a veces solo durante segundos, pero en este breve contacto adquiere otra cubierta de proteínas que permite que no se capacite prematuramente, y luego que interaccione correctamente en el oviducto. De hecho, un gran problema en las técnicas de reproducción asistida es que el espermatozoide sufre alteraciones en estas cubiertas moleculares, bien capacitándose antes de tiempo o alterándose su capacidad de unirse al oviducto o al ovocito. EVALUACIÓN DEL ESPERMATOZOIDE En la evaluación seminal se deben analizar el volumen, la concentración, la movilidad y la morfología espermática. En este último punto hay anormalidades que son insignificantes o inofensivas, pero otras que son muy importantes y que pueden llevar a descartar algún macho, ya que disminuyen su fertilidad. Además de la evaluación rutinaria (espermiograma), sabemos que hay alteraciones muy importantes pero que no se pueden detectar con un análisis básico. Algunas de estas alteraciones están relacionadas con la formación de especies reactivas de oxígeno (ROS), los también denominados ‘radicales libres’. Los espermatozoides se estresan y se oxidan moléculas importantes como el ADN, proteínas o la membrana. Estas alteraciones moleculares se pueden detectar con técnicas avanzadas, basadas en la fluorescencia y en la citometría de flujo (Figura 3). Con estas técnicas se pueden observar muchos aspectos celulares que pasarían desapercibidos. En nuestro laboratorio nos hemos centrado en el análisis de la cromatina espermática de diversas especies domésticas, y estamos analizando de forma sistemática se el ADN de los espermatozoides en ovino. En último término, la función del espermatozoide es llevar la carga genética del macho a la hembra, por lo que los daños en el ADN comprometen tanto su capacidad fecundante como la salud de la descendencia. Además, debemos tener en cuenta que aunque haya pocos espermatozoides viables, si el ADN espermático está en buenas condiciones podemos compensar esa mala calidad simplemente incrementando la dosis de inseminación (por ejemplo, si el morueco tiene un gran valor genético). De esa manera, podemos conseguir un importante incremento en la fertilidad de las dosis, aunque sea a costa de usar más espermatozoides. En cambio, un macho con problemas en el ADN espermático va a tener una fertilidad máxima limitada, incluso aunque incrementemos los espermatozoides inseminados. Lo que sucede en este caso es que espermatozoides que tienen la cromatina dañada pueden fecundar al ovocito, pero el embrión no se formará o abortará. Por esta razón, un macho que sistemáticamente produzca malos resultados en el análisis del ADN espermático (generalmente por problemas en la espermatogénesis) debería descartarse. En nuestros análisis en 18 ganaderías de Assaf, hemos encontrado una prevalencia muy baja de estas alteraciones, con 6 casos positivos en 260 machos analizados. No obstante, debido al impacto en la fertilidad de los machos, esta información está cobrando cada vez más relevancia. El campo del análisis espermático está avanzando considerablemente según sabemos más de los espermatozoides en distintas especies. Ya se está trabajando con técnicas moleculares que permiten analizar también si el espermatozoide tiene alteraciones en la misma estructura del núcleo o en proteínas concretas. Estas técnicas avanzadas aún no tienen un uso rutinario, pero estamos utilizándolas en casos concretos, y muchas están al alcance del laboratorio de investigación aplicada. MÉTODOS DE CONSERVACIÓN Tenemos a nuestra disposición una gran variedad de métodos de conservación espermática. El tipo que utilicemos depende tanto del propósito de la conservación como de la especie, ya que hay una enorme variabilidad en la resistencia de los espermatozoides al frío y la congelación. ► Conservación refrigerada Es el método más utilizado en ovino, debido a los resultados irregulares de la congelación. Se trata de diluir el semen y refrigerarlo lentamente a 15 °C en medios generalmente sencillos. La desventaja de la refrigeración es que el semen sólo puede conservarse unas horas, reduciéndose la fertilidad más allá de 6 h. Como comparación, en porcino el semen refrigerado puede utilizarse hasta incluso dos semanas, con muy buenos resultados durante la primera semana. En ovino podemos conseguir buenos resultados hasta 24 h, pero hay que enfriarlo a 5 °C utilizando medios más complejos, con yema de huevo o lecitina de soja, que protegen la membrana del espermatozoide. La fertilidad con semen refrigerado a 15 °C disminuye un poco respecto al fresco, mientras que con 5 grados los resultados son más variables. Una razón es que a 5 °C tenemos más riesgo de causar daños a las membranas espermáticas. Además, tenemos muchos factores que pueden influir en los resultados del programa de AI: la granja, el inseminador, la estación del año, etc. Estos aspectos Figura 3. Ejemplo de una tinción fluorescente que permite distinguir a los espermatozoides con mitocondrias activas (produciendo energía, naranja) de aquellos con mitocondrias inactivas (verdes). Evaluando la relación entre fluorescencia naranja y verde (por ejemplo, mediante citometría de flujo) se puede determinar el grado de actividad de los espermatozoides.

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