OV27 - Tierras Ovino

nº 27- pág 11 [tierras OVINO 2019 trabajo se considera que serían valores por encima de 500 miligramos por litro. Por ello, otra idea fundamental es que no se debe considerar únicamente el nivel de proteína en la dieta, ya que el nivel de proteína puede ser adecuado o no según el nivel de energía. Por ejemplo, una concentración de proteína en la dieta del 17% de la materia seca no será adecuada si la energía de la dieta es 0,69 UFL por kilogramo de materia seca, pero sí lo será si la energía de la dieta es 1,04 UFL por kilogramo de materia seca. Por tanto, siempre se deben relacionar ambos aspectos (proteína y energía) para valorar la dieta. Para finalizar, se ha realizado una valoración de dos dietas usadas en explotaciones reales de ovejas lecheras raza Assaf. Ambas dietas tienen un porcentaje de forraje parecido (47%- 48%) y en los dos casos se usa un forraje de alta calidad (alfalfa deshidratada o alfalfa en rama). Las dietas difieren principalmente en el cereal, ya que en la dieta A es maíz y avena mayoritariamente (33,0%), mientras que en la dieta B es mayoritariamente cebada (21,1%). La gran diferencia está en el aporte de proteína, ya la dieta A tiene un 15,1% de proteína (4% de harina de soja y 4,7% de algodón) y la dieta B un 19,5% (12% de harina de soja), lo que se refleja en un menor aporte de PDI en la dieta A (87,7 y 101 gramos de PDI por kilogramo de materia seca para las dietas A y B, respectivamente). Al calcular el aporte energético de las dietas según el INRA (2018), se obtienen 0,92 y 0,93 UFL por kilogramo de materia seca, es decir, cifras muy similares. En cuanto al balance proteico en el rumen, la dieta A está bastante equilibrada y sólo tiene un ligero exceso de PDR (7,3 gramos por kilogramo de materia seca), mientras que la dieta B tiene un mayor exceso de PDR (35,7 gramos por kilogramo de materia seca). Cuando se multiplica este valor por la cantidad diaria ingerida por los animales, se obtiene que las ovejas que reciben la dieta B ingieren diariamente un exceso de 119 gramos de PDR, que no podrá ser usada por los microorganismos ruminales debido a falta de energía y debe ser eliminada. Los niveles de urea estimados según la ecuación propuesta por Cannas (2015) serían 338 miligramos por litro en la dieta A, indicando una buena relación proteína/energía, y 467 miligramos por litro en dieta B, valor que todavía sería aceptable pero que indica un exceso de PDR. CONCLUSIONES - El objetivo en el racionamiento proteico de la oveja lechera es cubrir las necesidades en proteína degradable en el rumen (PDR) y proteína no degradable en el rumen para una producción de leche óptima, pero con la cantidad mínima necesaria de cada una de ellas. - El exceso de PDR tiene efectos negativos en la producción, reproducción y salud de los animales y aumenta la contaminación medioambiental. - Es fundamental el equilibrio en el aporte de energía y PDR de la dieta para un óptimo crecimiento microbiano y que el aporte de PDI no exceda las necesidades de los animales, ya que perjudica al animal, encarece la dieta y aumenta la contaminación medioambiental. - La concentración de urea en leche es un buen indicador de la relación proteína/energía de la dieta y es muy útil para la identificación de dietas desequilibradas. ✔ 028O011

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