OV26 - Tierras Ovino

nº 26- pág 83 [tierras OVINO 2019 en que los carniceros, como prescriptores que son, recomendaran el consumo de cordero a sus clientes. ¿Se va a centrar ahora Interovic directamente en el consumidor? ¿Qué herramientas se van a utilizar para conseguir ese objetivo? R.M.- Sin olvidarnos de los prescriptores como son los carniceros y los distribuidores, está claro que el consumidor del sector ovino está alejado del producto. Normalmente, en este sector hemos hecho las cosas sin pensar en el consumidor final y tenemos que dirigirnos a él. Desde la interprofesional se tiene que hacer de una forma aséptica, porque están los intereses de todos los integrantes del sector, pero tenemos que recuperar el consumo de cordero, principalmente en épocas en las que tradicionalmente se ha consumido esta carne como en Semana Santa y Navidad. TI.- Una de las asignaturas pendientes es modernizar la imagen del cordero para llegar a consumidores más jóvenes. ¿Cuál son los resultados obtenidos con las nuevas presentaciones? ¿Se está logrando tener un mayor prestigio en el mercado de las carnes? R.M.- La carne de cordero no ha sabido estar cerca del nuevo consumidor, sino que se asocia con un consumo más elaborado, con un asado lento, que es el que se realizaba hace tiempo. El consumidor joven cree que es una carne difícil, que no se adapta a sus tendencias, pero debe conocer que sus características organolépticas se ajustan muy bien a lo que busca el consumidor más joven. Nos falta comunicar al consumidor su calidad y su terneza. Una de las grandes potencialidades del cordero es que funciona en las preparaciones más complicadas y en las más novedosas y ágiles. Es una carne que da posibilidades para todos. Los resultados de la estrategia de realizar nuevas presentaciones del cordero sólo pueden medirse a medio y largo plazo, ya que no se puede revertir la tendencia de un día para otro. Somos conscientes de ello y tenemos que ir trabajando de una forma continua y constante, destinando recursos importantes, para que tenga calado entre los consumidores. TI.- ¿Son la calidad, la sostenibilidad y su carácter saludable las grandes diferencias de la carne de ovino y caprino? ¿Cómo se van a intentar poner en valor en un mercado cada vez más competitivo? R.M.- La carne de cordero no puede competir en precio. No sólo en la comparación con otras carnes, sino con los de otros países, porque el criado en España tiene un coste de producción alto, ya que necesitamos suplementar su alimentación con cereales, mientras que en otras latitudes con otras características climáticas disponen de recursos naturales más baratos y abundantes para alimentar a los corderos. Por lo tanto, no podemos competir en precio, pero tenemos que hablar de sostenibilidad, que es un aspecto inherente a nuestras producciones, y dar una nueva imagen al cordero, aprovechando que nuestras producciones siempre están situadas desde hace siglos en las zonas de mayor valor ecológico. Nuestro reto es que, cuando el consumidor coma carne de cordero, tiene que ser consciente de que esos animales se generan en ecosistemas tan especiales como la dehesa o que favorecen la lucha contra los incendios… Además, es una carne muy diferente a las demás, muy especial en el gusto, ya que no se parece a ningún otro tipo de carne. Se tienen que poner en valor esos atributos de sabor, jugosidad, terneza y escasez de grasa, además de otros aspectos antes reseñados como su carácter saludable, la sostenibilidad y la calidad. TI.- ¿Cuáles son las cifras de consumo de carne de ovino en España? ¿Se ha conseguido remontar en los últimos años gracias a las acciones de Interovic o se continúa con datos a la baja? R.M.- Tenemos una tendencia global en los países occidentales de reducción de consumo de cordero. Con las campañas de Interovic hemos conseguido que las tendencias de consumo no sigan bajando, pero ahora tenemos que recuperarlo. Actualmente se consume poco más de un kilo de carne de cordero por persona al año, que es un dato ✚

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