OV26 - Tierras Ovino

nº 26- pág 72 tierras OVINO] 2019 los carneros se basa en un entorno artificial estandarizado y en periodos cortos de observaciones visuales. Este método consume de 5 a 30 veces más tiempo que el método automatizado que se consigue con el nuevo detector de celos, que se puede realizar, sin ninguna instalación adicional. Se demuestra que el comportamiento de montaje en sí mismo, contabilizado en el rebaño durante un período de varios días, es tan confiable como las puntuaciones de libido obtenidas mediante mediciones visuales en pruebas con lápiz. Desde el punto de vista del bienestar, el uso de este dispositivo automatizado tiene varias ventajas: los machos no están limitados en un entorno novedoso, carneros y ovejas no están estresados ​por el manejo y la presencia limitada de un observador evita los efectos de las interacciones entre humanos y animales. Además, no es necesario seleccionar ovejas en el estro o sincronizar el estro a través de tratamientos hormonales. Finalmente, para uso en la granja, este dispositivo puede ayudar a evaluar tanto los machos reproductores como los que detectan, y el estudio demostró que esta evaluación se puede realizar en cualquier estación, siempre que las hembras en celo estén presentes en el rebaño. Una pregunta importante que quedaría sería investigar si este sistema automatizado puede servir como un útil predictor del rendimiento en el campo cuando se usa en machos jóvenes. Por último, se trata de un completo sistema que permite monitorear la actividad sexual de ovejas y carneros, estableciendo redes de relaciones entre los animales. Así, la herramienta permite discernir, por ejemplo, las ovejas que fueron montadas por varios carneros, los carneros con mayor actividad de monta o las ovejas que fueron montadas únicamente por un carnero. MEJORAS El sistema de identificación electrónica de los celos ya es operativo, pero el equipo de investigación y la empresa Wallace como socio industrial están introduciendo algunas mejoras gracias a la financiación proporcionada por el INRA. Una de las principales mejoras es la optimización del diseño del chip con tecnología RFID que se aplica en las ovejas, con el objetivo de que sea más barato y sostenible. En realidad, este sistema únicamente replica el crotal auricular electrónico que ya tienen todas las ovejas adultas en virtud de la legislación europea. Se trataba en conseguir que los crotales sean recuperables y se puedan reescribir para ser utilizados en otros animales. Este desarrollo tiene como objetivo reducir el coste del equipo tecnológico para que sea más accesible para los ganaderos, especialmente para aquellos que tienen rebaños con un mayor número de animales. Para lograr estos objetivos, actualmente se están realizando pruebas en ovejas de raza Lacaune. También se está trabajando en la adaptación del software para obtener una herramienta de alerta práctica, compatible con varios tipos de terminales como ordenadores, tablets o smartphones. También se quiere incluir los datos de celo en sistemas de gestión de la reproducción que tengan otras características, como es el tiempo de inseminación ideal, el puntaje de libido de los carneros, el diagnóstico de gestación de ovejas o un calendario de partos. INVESTIGACIONES COMPLEMENTARIAS Aprovechando las utilidades de esta herramienta tecnológica desarrollada por el INRA de Montpellier, los propios investigadores franceses han puesto en marcha un estudio sobre el comportamiento sexual de los carneros en función del estado corporal de las ovejas. Partiendo de la certeza de que las ovejas en mal estado nutricional tienen problemas de fertilidad, el objetivo de este estudio era determinar si los carneros son capaces de ‘discernir’ la mala condición corporal en ovejas y cuál es su comportamiento sexual con esas hembras en concreto. Por lo tanto, se dividieron una serie de ovejas en tres grupos. Al primero se le sobrealimentó con un 180% de sus dosis de mantenimiento, por lo que aumentaron su peso en 8,2 kilogramos de media. A otro grupo de ovejas se le nutrió con el 113% de sus necesidades de mantenimiento y no tuvieron variación en su peso. Por su parte, en un último grupo únicamente se les administró el 68% de esas necesidades, por lo que su peso cayó en una media de 7,8 kilogramos. Al mismo tiempo, se controló el número de montas que tenía cada oveja por parte de un carnero, antes y después de cambiar la dieta. Las conclusiones fueron que los carneros percibieron claramente el estado nutricional de las ovejas y eligieron preferentemente las que estaban más pesadas, ya que las que fueron sobrealimentadas pasaron a ser más veces montadas por los machos, al identificar que son las ovejas que pueden llevar a cabo de una forma más adecuada un ciclo reproductivo. Estos resultados fueron confirmados con el sistema electrónico de detección de celo. ✔

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