OV26 - Tierras Ovino

nº 26- pág 62 tierras OVINO] 2019 ovejas preñadas, los tratamientos antibióticos administrados resultan ineficaces; además, es difícil recetar el correcto porque la opción antiinfecciosa de pende de los indicios del agente abortivo, que no se tienen hasta pasados varios días. Durante este período, las ovejas continúan abortando, lo que aumenta el nivel de excreción del microbio en el ambiente y la infección de nuevas ovejas. En ausencia de un diagnóstico o sospecha de diagnóstico, no se recomienda la administración metafiláctica de un antibiótico de amplio espectro a las ovejas que aún están embarazadas. ► Para las compras, los principios de bioseguridad no son fáciles de implementar: Con respecto a la salmonelosis, la conformidad del estado de salud tanto por parte del vendedor como del comprador es crucial. Desgraciadamente, este estado de salud idóneo es difícil de garantizar; puede basarse en una garantía convencional propuesta en ciertas regiones, donde el vendedor declara honestamente no haber encontrado abortos por salmonela en su rebaño en los años anteriores. Los límites de esta garantía pueden asegurarse mediante la obtención de muestras de sangre para evaluar la respuesta serológica en el animal comprado o en una muestra del rebaño comprado. Sin embargo, en este caso, la introducción de animales seronegativos (corderos hembra, por ejemplo) en contacto con las ovejas excretoras de la granja del comprador puede provocar un brote de abortos en estos corderos. Finalmente, si tiene sentido encontrar animales con una respuesta serológica y que no sean excretores, a veces algunos sujetos excretores pueden no presentar una respuesta serológica, lo que complica los intercambios. En cuanto a la clamidiosis, la introducción de corderos con infección latente en un rebaño (corderos hembra infectadas que aún no se han sacrificado) presenta un riesgo notable de contaminación, además de que el número de corderos infectados será alto y el pico de abortos será importante y ocurrirá de forma temprana. En ambos casos, hay pocos medios de detección fiables que permitan tener las garantías suficientes durante los intercambios. ► La enfermedad puede arraigarse en la granja: Como hemos descrito para cada una de las dos enfermedades, después de un episodio abortivo intenso, la infección puede permanecer en la granja y provocar un porcentaje muy variado de abortos en los años siguientes, que no se pueden controlar en ausencia de prevención. ► Valor de una vacuna bivalente: Hay muchas causas de aborto: los agentes abortivos a los que pueden estar sometidas las explotaciones de ovejas son múltiples. El diagnóstico diferencial de primera línea está orientado a la detección de cinco microbios patógenos principales. Independientemente de las áreas y regiones de producción, las ovejas siempre están expuestas al riesgo de contraer Chlamydia abortus; en los casos en los que Salmonella abortus ovis es la causa del aborto, la repercusión económica es máxima. A lo largo de los años, durante las temporadas de parto, las causas de los abortos pueden alternarse. La implementación de un protocolo de vacunación bien gestionado contra una enfermedad de este tipo puede ser frustrante al año siguiente si aparece un agente abortivo diferente, un hecho que no es infrecuente en zonas de producción donde el manejo se realiza al aire libre, completa o parcialmente, y donde el paso de un agente infeccioso de un rebaño a otro es habitual simplemente por el flujo de agua. ► Enriquecimiento del «arsenal de vacunación» disponible: La vacunación contra Salmonella abortus ovis se ha visto dificultada en Francia durante varios años debido a la interrupción de la comercialización de una vacuna atenuada eficaz a finales de los años noventa. Hay pocas vacunas comercializadas en Europa; sin embargo, de acuerdo con los países y las posibilidades que ofrece la legislación, es posible la prescripción de una vacuna importada autorizada en otro país, y también se puede plantear el desarrollo de una autovacuna. Durante varios años ha sido posible la vacunación contra la clamidiosis mediante una vacuna atenuada. ► Practicidad de una vacuna bivalente: El uso de una vacuna bivalente que contenga dos antígenos inactivados, de Chlamydia abortus y de Salmonella abortus ovis, permitirá la prevención de la infección por estas dos bacterias. Las pautas que pueden proponerse son las siguientes: 1) prevención sistemática para evitar que una de las dos enfermedades aparezca en el rebaño. Si el peligro que representan estas dos enfermedades para la explotación es bajo, será preferible la vacunación de corderos hembra de reemplazo. 2) prevención en un rebaño expuesto el año (o años) anterior a una de las dos bacterias y con el objetivo de controlarla y reducir el impacto, prevención de la infección por la otra bacteria para evitar su aparición en el rebaño. 3) prevención en un rebaño expuesto sucesivamente en los años anteriores a ambas bacterias y que tiene como objetivo reducir el impacto. En los dos últimos casos, todo el rebaño debe vacunarse. El uso de una vacuna bivalente también ahorra tiempo porque requiere menos manejo, lo cual es una fuente de estrés durante un período importante de preparación de la respuesta. Que el ganadero no tenga que repetir las inyecciones podría considerarse favorable, más fácil y asociado al ahorro de dinero después de complementar esta vacuna bivalente con una vacuna contra otro agente patógeno (causante de la fiebre Q, de la toxoplasmosis, etc.) FUENTES www.idele.fr: diagnóstico diferencial de los abortos en rumiantes. ✔

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