OV26 - Tierras Ovino

nº 26- pág 44 tierras OVINO] 2019 negativa de la paratuberculosis. En el estudio que nos ocupa, la generación de datos de producción y de longevidad de los animales se fueron prolongando a lo largo del tiempo gracias a los controles de producción lechera y a los de los procedimientos de saneamiento. La identificación electrónica facilitó muy positivamente el proceso y evitó confusiones. Una primera andanada de datos acumulados desde el inicio de la experiencia hasta el año 2017 adquirieron forma en una comunicación presentada en las jornadas científicas de la Sociedad Española de Ovinotecnia y Caprinotecnia (SEOC) de ese año. En esta comunicación se pone de manifiesto una observación de gran valor, que tiene que ver con el mantenimiento en producción a lo largo del tiempo de los animales vacunados y no vacunados en el inicio de la prueba. Así, la observación de los inventarios de saneamientos de los años 2015 y 2016 mostró un número muy significativo de bolos intrarruminales pertenecientes a los grupos de animales vacunados al inicio de la prueba, frente a un número mucho más escaso de bolos intrarruminales asignados a los animales que no fueron vacunados. El censo de la explotación se ha mantenido, durante los 11 años que se contemplan en este estudio, entre los 921 y los 1081 animales (siendo su promedio 1017,6) y su producción lechera por oveja presente y año de 220,89 litros. Se observó que la longevidad promedio de los animales nacidos en 2006 y 2007 que fueron vacunados frente a la paratuberculosis es de 7,41 años (media geométrica de 7,05). Esto supone aproximadamente un 23% más de vida productiva media de las ovejas vacunadas. A la fecha de cierre de toma de datos de este estudio, de los lotes nacidos en 2006, vivían 14 ovejas, 10 vacunadas y 4 no vacunadas; de los lotes nacidos en 2007 vivían 20 ovejas, de las que vacunadas son 15 y no vacunadas 5. Puesto que la longevidad promedio del total de los animales nacidos en 2006 y 2007 en la explotación es de 6,75 años (media geométrica de 6,26), y la longevidad promedio de los animales nacidos en 2006 y 2007, que no fueron vacunados frente a la paratuberculosis asciende a 6,01 años (media geométrica de 5,48), probablemente la conclusión más contundente es que en los 1,4 años de mayor longevidad de las ovejas vacunadas frente a las no vacunadas, se les puede atribuir una mayor producción de leche en su vida productiva cuantificada en 309,25 litros (la producción media por oveja y año en el periodo es de 220,89 litros). Tampoco es despreciable el aumento de ingresos por los 2 corderos nacidos en el plazo adicional de longevidad de las ovejas vacunadas (la prolificidad media anual es de 1,4 corderos en el periodo). Nuestra conclusión es que la vacunación de las ovejas lecheras con Gudair no solo controla la aparición de casos clínicos de paratuberculosis, también ejerce una acción visible sobre la prolongación de la vida productiva de los animales vacunados, lo que tiene una importante repercusión económica sobre las cuentas de explotación. El incremento de producción de leche y corderos, además de la repercusión sobre la reposición que ejerce el 23% más de longevidad de las vacunadas, tiene un efecto sobre los ingresos del rebaño muy importante. Foto 2. Tamayo pinchando la vacuna en una oveja dentro de su granja. Foto 3. Imagen de oveja Assaf afectada por paratuberculosis. Foto 4. Racimos de Micobacterias dentro y fuera de las células. ✔

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