OV26 - Tierras Ovino

nº 26- pág 42 tierras OVINO] 2019 concentración de la ración para compensar la disminución de la ingesta y el aumento de las necesidades energéticas de la oveja por el estrés calórico, puede no ser una buena solución. En este sentido lo único que conseguiríamos sería aumentar la concentración de AGV en rumen y bajar aún más el PH aumentando el riesgo de acidosis. En condiciones de PH ácido las bacterias ruminales dejan de multiplicarse y cesa el crecimiento de la flora microbiana, por lo que veríamos reducida también la digestibilidad de los nutrientes y no cubriríamos las necesidades productivas de la oveja en ordeño. ESTRATEGIAS PARA LA PREVENCIÓN DEL ESTRÉS POR CALOR EN OVINO Además de la calidad de las instalaciones y del manejo de la alimentación existen también una serie de herramientas nutricionales que ayudan a prevenir la bajada de producción de leche y refuerzan el sistema inmunológico en los meses calurosos del verano. El objetivo principal de la gestión nutricional durante el estrés por calor es mantener una función saludable del rumen, a la vez que proporcionar un suministro óptimo de nutrientes para limitar la situación del balance energético negativo. Esto se basa principalmente en proporcionar alimento altamente digestible y una ración equilibrada mientras se mantiene una proporción segura de forrajeconcentrado. A medida que cae la ingesta, es crucial que la oveja continúe recibiendo todos los nutrientes necesarios en el alimento que consigue comer. Para lograr esto, será necesario aumentar la densidad de nutrientes del alimento. Agregar almidón a la ración para aumentar los requerimientos de energía, puede ser perjudicial en términos de acidosis como comentamos anteriormente. La grasa suele ser útil para aumentar la proporción de energía de la ración, pero la cantidad que se puede usar sin comprometer la ingesta es limitada. En esta época solo se debe usar forraje de alta calidad que favorezca el aporte energético sin afectar negativamente a la ingesta. Como ya se ha dicho, en épocas calurosas la temperatura del rumen también aumenta, afectando al crecimiento de la flora microbiana. Las bacterias del rumen que se encargan de digerir la fibra se alimentan de Nitrógeno de origen no proteico, el aporte de urea de liberación lenta nos va a favorecer el crecimiento de los grupos de bacterias encargadas de la digestión de la fibra (fibrolíticas), que nos ayudarán a mantener el equilibrio entre los distintos grupos de bacterias que componen la flora ruminal, así como a mejorar el aprovechamiento de la porción fibrosa de la ración. El uso de ingredientes proteicos que permitan reducir la proteína bruta en general, manteniendo o aumentando la producción de proteína microbiana puede ser una buena estrategia para ayudar al animal a enfrentar el estrés por calor. El exceso de proteína en la dieta supone un gasto metabólico importante para su eliminación, que en periodos de estrés por calor y de baja disponibilidad de energía puede ser un factor más que contribuya a la bajada de producción. Una de estas estrategias es Optisync® que permite aumentar la actividad de los microorganismos del rumen, lo que significa un mayor suministro de proteínas microbianas, así como una digestibilidad óptima de la fibra aportada en la dieta al incrementarse la población de bacterias encargadas de digerirla, sin necesidad de aumentar la proteína de la dieta (o incluso disminuyéndola). La reformulación de la ración con Optisync® permite un mayor uso de forraje, reduciendo el riesgo de acidosis. Las levaduras vivas, como YEA-SACC®, han demostrado tener efectos beneficiosos sobre la ingesta, así como la producción de leche durante los períodos de estrés por calor. Mejora la digestibilidad de la dieta eliminando el oxígeno tóxico para los microorganismos del rumen y produciendo compuestos que promueven el crecimiento microbiano. Promueve la digestión y la proliferación de bacterias consumidoras de lactato por lo que estabiliza el pH del rumen. Todos estos puntos promueven la función óptima del rumen y reducen el riesgo de acidosis que conduce a una producción más eficiente sin efectos negativos. La incorporación en las dietas de microminerales como selenio o el zinc en forma orgánica de mayor biodisponibilidad como SELPLEX® o BIOPLEX® fortalecen el sistema inmunitario tanto general como de la ubre. En conclusión, a medida que cambia nuestro clima, es probable que el estrés por calor se convierta en un problema cada vez mayor. La reducción de la ingesta de materia seca, el recorte de la producción de leche y la fertilidad son algunos de los principales problemas asociados con el estrés por calor; sin embargo, existen estrategias tanto ambientales como nutricionales para combatir estos efectos. La inclusión de levadura viva y de urea de liberación lenta en la dieta ayuda a estabilizar el pH y promueve la función óptima del rumen, dando como resultado mayor aprovechamiento de los nutrientes para la misma dieta con menos riesgo de balance energético negativo durante los períodos de estrés por calor. ✔

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