OV26 - Tierras Ovino

nº 26- pág 36 tierras OVINO] 2019 que son diferentes de los genotipos que producen neumonía en múltiples hospedadores incluyendo bovino, porcino, conejos y aves (García-Álvarez et al., 2017). Los genotipos asociados a ovino más frecuentes son el ST19 y el ST50, aunque se han descrito múltiples genotipos filogenéticamente relacionados. Por otro lado, los genotipos ST3, ST10, ST11 o ST12 son frecuentes entre los aislados de bovino, porcino, conejos y aves, pero no en los de ovino (García-Álvarez et al., 2017). Estos datos sugieren la existencia de genotipos de P. multocida adaptados a los pequeños rumiantes. Los virulotipos de los aislados ovinos también son distintos de los perfiles de otras especies (García-Álvarez et al., 2017). Un hallazgo sorprendente de los últimos años es la elevada prevalencia del gen toxA entre los aislados de P. multocida de pequeños rumiantes tanto del serotipo A como D (Ewers et al., 2006; García-Álvarez et al., 2018). El gen toxA codifica la toxina de P. multocida (PMT). Los aislados toxigénicos de P. multocida del tipo capsular D se asocian a la rinitis atrófica y su toxina PMT es la responsable de la patogenia de esta enfermedad. Nuestro grupo ha comprobado que los aislados ovinos portadores del gen toxA, expresan la toxina funcional y, por tanto, los aislados neumónicos de ovino son toxigénicos (Cid et al., 2019). La capacidad toxigénica de los aislados de P. multocida es independientemente del genotipo o tipo capsular al que pertenecen (Cid et al., 2019). Aunque el papel de la toxina en la neumonía está por determinar, se sabe que la PMT es capaz de inducir una respuesta inflamatoria persistente y, por tanto, podría contribuir al desarrollo o persistencia de las lesiones neumónicas (Kubatzky et al., 2013). Estos datos darían apoyo a la inclusión de esta toxina en las vacunas para la profilaxis contra la pasteurelosis neumónica ovina (Cid et al., 2019). No obstante, son necesarios nuevos estudios para determinar su posible papel en la neumonía y, sobre todo, si su inclusión como inmunógeno aumentaría la protección de los animales frente a la enfermedad. CONTROL DE LA PASTEURELOSIS NEUMÓNICA El control de los factores de riesgo implicados en la aparición de la enfermedad es imprescindible para reducir su incidencia. No obstante, existen pocos estudios epidemiológicos en ovino de cebo sobre los factores de riesgo tanto del hospedador como ambientales y de manejo. En cuanto a los casos agudos, en un estudio realizado en Aragón se determinó como factores asociados a la mortalidad por neumonía factores climatológicos como la lluvia, la humedad y la intensidad y dirección del viento, así como las características del alojamiento (Lacasta et al., 2008). En otro estudio realizado en Extremadura en corderos de cebo se relacionaron también factores ambientales con la presencia de lesiones neumónicas en matadero (Galapero et al., 2016). En condiciones ideales de temperatura (1316ºC) y humedad (70-80%) la probabilidad de desarrollo de lesiones neumónicas es menor (Galapero et al., 2016). Las condiciones climáticas no se pueden controlar, pero sí sus efectos adversos en los animales con unas instalaciones y manejo adecuados en las épocas de riesgo. Por otra parte, a pesar de la conocida influencia del estado inmune de los animales en el desarrollo de la enfermedad y su relación con el estrés, apenas existen estudios en ovino de cebo. La vacunación sigue siendo la principal herramienta de prevención y lucha contra las enfermedades infecciosas. Aunque existen vacunas para la prevención de la pasteurelosis en el ganado ovino, la vacunación presenta sus limitaciones (Lacasta et al., 2015). Los serotipos A2 y A7 de M. haemolytica se consideran los más frecuentes, sin embargo son múltiples los serotipos que se asocian a la bronconeumonía en los ovinos incluyendo A1, A2, A5, A6, A7, A8, A9, A11 y A12 (Pinto, 2011; Zheng et al., 2015; Fernández et al., 2016; Berhe et al., 2017). Algunos de ellos como el A2 y A7 son poco inmunógenos (Lacasta et al., 2015). P. multocida incluye cinco serogrupos (A, D, B, E y F) y las lesiones neumónicas en ovino se asocian tanto al serogrupo A como D (García-Alvarez et al., 2017). La vacunación con Mycoplasmas parece inducir una limitada respuesta inmune tanto in vitro como in vivo en el ovino (Einarsdottir et al., 2018). El estudio de los virulotipos de estas bacterias más prevalentes en la producción del ovino de cebo sería un paso previo esencial en el diseño más específico de las vacunas para la prevención de la pasteurelosis neumónica. Por último, sería necesario estudiar el efecto de la inclusión de la toxina PMT de P. multocida en las vacunas para la prevención de la pasteurelosis neumónica ovina. La pasteurelosis es un proceso complejo y, por tanto, su control no puede abordarse con una única estrategia. Es necesario combinar los beneficios de la vacunación con el control de los factores ambientales y de manejo que influyen en su presentación empezando por el diseño de las instalaciones. En la situación actual en la que el uso de antibiótico debe ser cada vez más limitado, un mayor conocimiento de estos factores y una mejora de la eficacia de las vacunas son esenciales para disminuir la incidencia de la pasteurelosis neumónica en la producción del ovino de cebo y con ello, las pérdidas económicas que origina. AGRADECIMIENTOS Financiación AGL2009-10136 (Ministerio de Ciencia e Innovación, Spain). REFERENCIAS - Berhe K, Weldeselassie G, Bettridge J, Christley RM, Abdi RD. 2017. Small Figura 4. Enfermedades producidas en distintos hospedadores por aislados de P. multocida toxigénica y no toxigénica.

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