El acto de inauguración oficial de las instalaciones de Viana contó con la asistencia de numerosos profesionales del sector. 37 DISTRIBUCIÓN “Prácticamente salimos de firmar el crédito bancario y estalló la crisis”, recuerda José Farreres. Se refiere al estallido de la burbuja inmobiliaria, que reventó completamente en 2008, un tsunami imparable que empezó a llevarse por delante casi todas las inversiones realizadas con anterioridad. “Las instalaciones de Viana ya estaban construidas así que decidimos terminarlas y esperar la evolución de la crisis”, prosigue. Poco tardaron en darse cuenta de la magnitud de la misma ya que las ventas de maquinaria cayeron en picado, de modo exponencial, hasta 2013. “Ese año vendimos una máquina, sólo una máquina en todo un año, cuando antes de la crisis vendíamos cifras cercanas a 80 unidades”, apunta Pedro Giménez. “Vivimos del servicio”. ¿Qué hacer con la nueva sede de Viana, con una inversión de 1,5 millones de euros, cuando ni siquiera se conseguían ingresos para sobrevivir en Zuera? “Supuso un gran desembolso económico para Coteyma justo en 2008 y 2009”, dice Javier Farreres, director comercial, la nueva generación de la empresa. “La base de Viana se abrió a finales de 2009 y estuvo un año abierta, al prolongarse tanto la crisis nos vimos obligados a cerrarla y dar servicio a nuestros clientes desde la base de Zaragoza”, señala. “ A la vez que acabábamos la obra, dimos al interruptor de la crisis”, bromea Pedro Giménez, “decidimos dejarla sin utilizar, completamente nueva, y en todo este tiempo hemos tenido ocasiones de alquilar o incluso vender”. Sus 4.000 m2 de instalaciones casi a estrenar (3.000 de campa, 1.000 de nave, con 500 para oficinas) eran una golosina, pero ni en las malas, que las hubo, cambiaron de opinión. Durante toda la jornada reinó un gran ambiente entre todos los asistentes. Foto de grupo con parte de los asistentes a la inaguración.
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