44 Comida networking en la espectacular terraza del Complejo Aura. “China no es un país emergente. Emergió hace tiempo y ya ha desbancado a EE UU en muchos aspectos”, sentenciaba Pedro Baños, quien interpreta muchos de los hechos que están ocurriendo en el mundo en los últimos años desde un prisma de cada vez mayor fortaleza china, con cada vez más recursos y aliados, y de debilidad estadounidense (a pesar del impulso que están teniendo con la guerra sus exportaciones energéticas y su industria armamentística, su economía sigue muy mermada, con una deuda que ya alcanza los 32.000 billones de dólares, y una tensión social que va a más por razones como la subida del combustible y la reciente derogación del derecho al aborto). Otro país en el que se quiso detener Pedro Baños es en Rusia, sobre todo a raíz de la invasión de Ucrania. “Hay que poner en cuarentena toda la información que nos está llegando sobre este conflicto”, avisaba. Según este analista, Rusia vive una situación mejor que la que apuntan algunas informaciones. Solo por poner dos ejemplos, su rublo tiene ahora más valor que antes de iniciarse la guerra, y su deuda es apenas de un 17,5% del PIB, cuando en España, por comparar, es ya del 120%, con un 75% de ella en manos extranjeras. Y a pesar de las sanciones, Rusia sigue vendiendo hoy gas a Europa y petróleo a EE UU, por lo que ha quedado claro que no se puede revertir la dependencia energética de Occidente con este país de la noche a la mañana. Es más, India, un país que tradicionalmente ha sido aliado de EE UU, ha multiplicado por 50 sus importaciones de petróleo desde Rusia. Sin justificar, ni mucho menos, el conflicto, Pedro Baños pedía a los asistentes que hicieran un ejercicio muy habitual en el mundo militar, el de “ponerse el gorro del enemigo” porque todo puede tener una interpretación diferente según el prisma desde el que se mire. En este sentido, está claro que Rusia ve a la OTAN como una clara amenaza para sus intereses. De hecho, en 1991 la Alianza Atlántica estaba conformada por 16 países y se encontraba a 2.500 km de su frontera, mientras que en 2022 ya son 30 países miembro y la tiene pegada a su territorio. Además, esa corriente de 'rusofobia' que se está extendiendo por el mundo, especialmente en la figura de Putin, está teniendo un efecto búmeran, con una sociedad rusa cada vez más comprometida con su líder. En definitiva, habrá que ver en qué acaba esta situación. Por ejemplo, si este conflicto puede tener réplicas en otras partes del mundo (tensión Argelia-Marruecos, por poner un caso), si se dan revoluciones sociales provocadas por el hambre como ya está ocurriendo en países como Libano, se si extienden las medidas de racionamiento (Alemania ya ha recomendado a su población que disponga de alimentos no perecederos para dos semanas), si se puede dar una vuelta al carbón y a la energía nuclear en algunos países (no es el caso de España, donde hemos cerrado minas y demolido plantas térmicas en los últimos años)… “Hay que tener máxima prudencia pero lo que parece evidente es que otros países se están comiendo el mundo mientras nosotros solo nos llevaremos a la boca las migajas, si nos dejan”, concluía Pedro Baños. La 42ª Asamblea General de Anmopyc concluyó con una comida-networking para todos los asistentes con una importante novedad respecto a ediciones anteriores: se establecieron varios puntos de encuentro con diferentes temáticas moderadas por profesionales especializados en cada una de ellas. En resumen, una gran organización para una cita marcada ya con letras de oro en la historia de la Asociación. Brindamos por otros 40 años más de éxitos para Anmopyc. n
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