OP242

ENTREVISTA 23 aventuras, por lo que decidí dejar mi mono de trabajo como pinche de lavadero en el taller de Asturias para buscarme la vida con otras actividades. De esta forma, entre otros muchos trabajos, yo iniciaba la representación de las carretillas Yale en Galicia y Asturias. Fueron diez años en los que perdí dinero y en los que me engañaron todos, hasta un amigo del colegio. Pero también tengo que decir que fueron diez años en los que aprendí muchísimo. De hecho, seguramente el dinero que perdí es muy inferior a que lo que tendría que haber pagado por un Máster en EE UU para aprender todo lo que aprendí en ese tiempo y que tanto me ha servido después. Eran tiempos en los que hacía de todo. Tenía que hacer encaje de bolillos para salir adelante y para conseguir que, por ejemplo, grandes multinacionales como Samsung me otorgaran la distribución de sus productos. Pero aprendí cosas de la vida que luego no se pueden olvidar. Los que hemos sido pobres hasta para pedir y lo hemos pasado tan mal, sabemos lo que cuesta conseguir las cosas. Yo he estado en la otra parte del negocio y tengo claro que nunca maltrataré a un proveedor, por mucha posición dominante que pueda llegar a tener. ¿Cuándo entran en el negocio de la plataforma aérea? En 1999 empezamos a alquilar plataformas en Asturias. Como es propio de dos personas que éramos tan distintas, yo quería comprar diez y mi padre, una. Y al final comprábamos tres. Porque efectivamente, ya en aquella época mi padre se caracterizaba por ser conservador y prudente, mientras que yo era (y sigo siendo) muy echado para adelante, sin miedo al riesgo. Como dice un buen amigo mío, arriesgo hasta la vida. Si fuera un F1, pie abajo y a full. Lo que pasa es que antes, propio de la juventud, arriesgaba sin red y ahora lo hago con la experiencia que me otorgan los años que llevo en el negocio. Está claro que en esos inicios hicieron prácticamente de todo… Sí, pero siempre en el ámbito de la maquinaria y de los vehículos. Hemos trabajado con todo tipo de equipos con ruedas salvo con autobuses y grúas. Pero el gran cambio fue pasar de la actividad de la maquinaria con operador al alquiler sin operario. En 35 años han tenido tiempo para disfrutar y sufrir de todo: boom de la construcción, crisis del 92 y del 2008, pandemia, guerras… Al margen de todo ello, ¿cómo describiría la evolución seguida en todo este tiempo por Jofemesa? Teniendo en cuenta que en Jofemesa nos ha pasado de todo en estos 35 años, el que estemos hoy aquí es un milagro. De verdad, no exagero si digo que ha sido un calvario llegar hasta aquí. Lo hemos pasado muy mal, sobre todo mis padres y yo. Pero a pesar de todo ello, no le puedo poner ni un pero a la vida porque jamás soñé tener lo poco que hoy tenemos. Puedo decir bien alto que me sigo levantando cada mañana con la alegría y la felicidad de trabajar en lo que realmente me gusta. Y en este punto quiero destacar una cosa: estamos ante la mejor generación de empresarios de la historia. ¿Por qué Jofemesa atesora ya 23 años de experiencia en el alquiler de plataformas elevadoras.

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx