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¿Cuáles describiría Ud. como las principales proble- máticas del sector a día de hoy? ¿Qué soluciones propone para todo ello? Uno de los problemas básicos es la distancia entre lo que es y lo que debería ser. Como ya mencioné antes, el mercado no siempre es sensible ni está dispuesto a soportar los costes que determinadas necesidades técni- cas implican, tales como el tratamiento de las substancias peligrosas, o el uso de reciclados. Otra es la tolerancia, silenciosa, pero evidente, con quienes desarrollan su acti- vidad fuera de los cauces reglados. La actuación de los poderes públicos es esencial para que las problemáticas mencionadas vayan desapare- ciendo. Por parte de la profesión pueden ir haciéndose esfuerzos pero sin la necesaria labor de las autoridades, los problemas que menciono, son de difícil solución. De cara al futuro, ¿cuáles van a ser las principales tendencias que van a marcar el desarrollo del sector: Economía Circular, emisiones y residuos, normativas, digitalización, nuevas tecnologías en maquinaria…? El futuro ya está aquí. Lo que se menciona en la pre- gunta no son tendencias, sino realidades con las que ya estamos trabajando. Y en algunos aspectos, como en el de la Economía Circular, nuestro sector es clave, dada la cantidad y tipo de materiales resultantes de los procesos de demolición. Todos esos temas que se mencionan son precisamente aquellos en los que trabajamos desde hace mucho tiempo y en los que, sin duda, seguiremos trabajando indefini- damente. n mente en nuestro entorno y la excelente labor de nuestro secretariado, desde el momento en que comenzaron a gestionar nuestra asociación. A su juicio, ¿cómo ha cambiado este sector en estos últimos 40 años? ¿Aprecia una mayor profesionaliza- ción y un mayor reconocimiento de esta actividad? ¿Hay aúnmucho camino por recorrer en este ámbito? Ha habido cambios enormes, tanto en la mejora de la maquinaria y equipamiento disponible, como en la mejora de los procesos de ejecución de los trabajos, con una muy especial atención a la protección de la salud y seguridad de los trabajadores y del entorno, así como de la pre- vención de los efectos medioambientales. Algo que no siempre es sencillo, dado que el incremento de costes que ello implica requiere su aceptación por el mercado, lo que suele significar problemas de adaptación. En cuanto a su segunda pregunta, claro que es de ver una muy elevada profesionalización en el sector. Y, sin duda, cuanto mayor es el conocimiento del observador, mayor es su percepción de la elevada complejidad de las labores que desarrollamos y de la calidad de las soluciones que se ofrecen a las necesidades del mercado. Y en cuanto a lo último que plantea, naturalmente. El mundo en que vivimos nos trae continuamente nuevos retos, la nece- sidad de trabajar con edificaciones ymaterialesmuy distintos de los que existían hace pocos años. Y ello es aplicable tam- bién al tratamiento de las sustancias peligrosas, especialmente aquellas cuya peligrosidad se desconocía en su momento, por lo que fueron ampliamente usadas, como los amiantos o los piralenos. El camino a recorrer es el mismo que el mundo en el que vivimos, continuo y cambiante. 29