78 INFORME este mercado se haya mostrado menos sensible a los vaivenes de los intereses y de los costes de construcción, sino que venía de un momento de producción mucho menos intenso que el de la vivienda, con lo cual los ajustes de 2023 (-2,4%) y de 2024 (-2,5%) han bastado para reconducir el nivel de riesgo a una posición más asumible. Pese a que aún se esperan algunos países rezagados, se prevé que el agregado europeo ya crezca mínimamente en 2025 (1,1%) y continúe mejorando paulatinamente en 2026-2027 (1,5 al 2,5%). Si nos fijamos en los tres nichos de mercado de mayor volumen, el crecimiento más potente se espera en la construcción comercial, aunque servirá simplemente para recuperar el terreno perdido en los años de contracción. La construcción industrial será el caso contrario: no se espera demasiado crecimiento, pero repercutirá sobre un mercado que ha sufrido menos retrocesos. Finalmente, las oficinas no se reencontrarán con el crecimiento hasta 2025, con lo cual habrán permanecido en recesión un total de cuatro años. En ingeniería civil, el año 2024 (1,1%) ha resultado algo decepcionante si lo comparamos con las expectativas del informe Euroconstruct de junio (2,2%) o con el sólido crecimiento del 2023 (4,4%). Los epicentros del empeoramiento han sido los países del Este y el nicho de las infraestructuras viarias. Por otra parte, no parece que esta desaceleración sea la antesala de un cambio de ciclo, con lo que la previsión de 2025 (2,5%) vuelve a apostar por una ingeniería civil creciendo a mayor velocidad que el PIB. En la proyección 2026-2027 empieza a instalarse la idea de una progresiva erosión de la capacidad pública de inversión, que limitaría el crecimiento a una horquilla entre el 1,5% y el 2%. Tal como venimos observando en los últimos años, el segmento de la energía es el que concentra las previsiones más expansivas. Con la energía nuclear recobrando protagonismo, se estima que la construcción dirigida al mercado de la energía puede acumular un crecimiento del 14% entre 2024 y 2027. Además, en 2024 ya ha conseguido superar al ferrocarril, que hasta el momento era el segundo nicho en tamaño tras la infraestructura viaria. SITUACIÓN Y PREVISIONES EN ESPAÑA La vivienda aportará un impulso extra al sector El comportamiento reciente de la economía española ha sido calificado de “sorprendente” por la manera en que ha resistido en un entorno claramente desfavorable. Por su parte, el sector construcción no ha sido capaz de avanzar al ritmo del PIB, debido principalmente al encarecimiento de los costes de construcción y los costes financieros tras la invasión de Ucrania. Ese es el patrón que contemplamos para el cierre de 2024: la construcción creciendo al 2% mientras que la economía se acerca al 3%. Sin embargo, para el 2025 prevemos un cambio en la pauta. El alivio proporcionado por los tipos de interés y por la estabilización de los costes, más el inminente cierre de la ventana de oportunidad de los fondos Next Generation han contribuido a que en el tramo final del 2024 se produjese un repunte de la cartera de proyectos. Todo ello crea las condiciones para que la producción en 2025 crezca un 3,5% y finalmente muestre más ímpetu que el PIB. No está del todo claro si el sector tendrá suficiente capacidad productiva para atender al extra de demanda, pero si esa amenaza no se materializa, vemos factible que el sector mantenga estos ritmos de crecimiento también en 2026 (4%) y 2027 (3,5%). La mayor parte de responsabilidad en este repunte recae en la edificación residencial. Tanto los promotores privados como los públicos parecen haber interpretado que
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