FABRICANTES DE VENTANAS 52 Hemos podido redistribuir el personal en nuestro taller, ampliando sus tareas, ya que la automatización ha absorbido tareas que anteriormente eran propias de ellos. Afrontar un proceso de automatización como el que ha seguido Capapey supone una inversión económica importante, pero es un paso necesario, precisamente, para obtener un beneficio también en este sentido. ¿Cómo la optimización de la producción permite recuperar esa inversión y obtener beneficio de ella? Estos cuatro últimos años han supuesto grandes cambios para nosotros, todos con inversiones económicas y el riesgo que ello conlleva. Como se ha comentado anteriormente, justo con la pandemia abrimos una tienda en el centro de Zaragoza, en un tiempo en el que los establecimientos comerciales debían estar cerrados. Luego, con la subida del coste de la luz en 2022, invertimos en placas solares para conseguir un mayor ahorro energético. El proceso de automatización de la producción también ha supuesto un esfuerzo económico muy importante para nosotros, pero desde el primer momento vimos que era el momento ideal para afrontar el cambio. Estábamos en un momento en el que nuestra producción de PVC estaba creciendo y el mercado cada vez lo pedía más. Creímos al 100% en la automatización para poder llegar y cumplir con nuestros clientes en plazos y calidad. De esta manera, hemos aumentado nuestra cartera de clientes; antes no hubiéramos podido hacerlo, ya que nuestra producción estaba encasillada. Ahora estamos fabricando pedidos a los que antes, por falta de capacidad, no podíamos asumir. Asimismo, también hemos aumentado nuestra plantilla en fábrica y de instaladores. Todas estas inversiones, han sido con capital propio. Por desgracia, la administración pública no nos ha ayudado con ningún tipo de subvención económica, ni tampoco para la gestión de contratos laborales del nuevo personal. ¿Qué peso han tenido sus proveedores en el éxito de una puesta en marcha tipo ‘llave en mano’ como la realizada por Capapey? Todos nuestros proveedores han estado ayudándonos con los problemas que han podido surgir hasta ahora. La puesta en marcha es un proceso en continua mejora. Todo es nuevo y hay que ajustar, revisar, mejorar… Estamos en un proceso de mejora continuo y ellos nos ayudan en este proceso. ¿Qué consejos daría a otras empresas que se plantean dar el salto a la automatización de la producción? Lamentablemente, la empresa pequeña no dispone de ayudas públicas para la compra de maquinaria nueva. Todo tiene que ser con capital propio de la empresa y conlleva un esfuerzo importante para una empresa familiar como la nuestra. Sin embargo, si no das el salto, te quedas atrás y la competencia te supera. Nosotros creemos en nuestro producto y sabemos que con la automatización tiene futuro. n
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