DESCARBONIZACIÓN 144 Al seleccionar el material correcto, los involucrados en el proceso de construcción pueden afectar activamente el nivel de emisiones incorporadas. Las unidades de aluminio de bajo carbono (LC), aluminio de ultra bajo carbono (ULC) y PVC-U ofrecen perfiles con un valor de CO2 especialmente bajo. Hay que tener en cuenta que, desde AENOR, ya hay las marcas: • ‘Huella de carbono CO2 calculado’, que acredita la veracidad del cálculo de la Huella de Carbono de un producto/ servicio, es decir, el conjunto de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que genera un producto/servicio durante todo su ciclo de vida; • ‘Huella de carbono reducido’, esta marca reconoce que la empresa ha reducido respecto al año anterior las emisiones de un producto / servicio; • 'Huella de carbono CO2 compensado’, en este caso se calculan las emisiones compensadas en sumideros de contaminación, las cuales serán restadas a las calculadas en la huella de carbono de producto/servicio: • ‘Carbono neutro’, en la cual se calcula la huella de carbono con los referenciales reconocidos internacionalmente y, siguiendo el orden jerárquico se lleva a cabo un Plan de reducción de emisiones, y las emisiones residuales se compensan a través de los mecanismos de compensación reconocidos. MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN Y HUELLA DE CARBONO Respecto a los materiales de construcción, para reducir las emisiones de carbono, es necesario utilizar el máximo número de materiales reciclados (y reciclables). Además, con el fin de evitar la fabricación de nuevos materiales y la generación de residuos, se deben usar piezas fáciles de desmontar. En obra nueva, reutilizar materiales de un edificio, optar por productos con contenido reciclado o apostar por una rehabilitación antes que obra nueva, es una de las principales estrategias para reducir la huella de carbono de un proyecto. Lo mismo aplica cuando el edificio llega al final de su vida útil. Cuando decimos que el ‘Carbon control’ es un paso más hacia la sostenibilidad, incluimos aquí las certificaciones ‘Cradle to Cradle’ y la utilización de material reciclado en la construcción y en especifico en el sector de las ventanas, puertas y fachadas, la utilización de aluminio reciclado. La Certificación ‘Cradle to Cradle’ consiste en un sistema que fomenta la innovación en artículos sostenibles mediante una metodología en la que se tienen en cuenta factores de la salud material, la reutilización de los materiales o el uso de las energías renovables. Existen cinco niveles: básico, bronce, plata, oro y platino. Su finalidad es que una empresa pueda mejorar su producto según pase el tiempo. Se tienen en cuenta algunos aspectos a la hora de la evaluación de los productos como: • Salud material: se controla que los componentes químicos que los proYa no solo se tiene en cuenta de un artículo su apariencia o funcionalidad, además también se valora su impacto sobre el medioambiente, la salud y su poder de reutilización promoviendo la economía circular.
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