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141 PUERTAS Además, la puerta debe ajustarse para que se cierre a la velocidad marcada por el fabricante, sensiblemente más lenta a medida que se acerca a su posición de cierre total. • Puerta/Herrajes de la puerta: comprobar si el felpudo (si lo hay) y el umbral están bien sujetos, prestando especial atención a que no haya cristales rotos o agrietados en todos los paneles de la puerta. • Comprobación del área general que rodea a la puerta automática, prestando especial atención a los siguientes elementos: • Alfombrillas: pisando la alfombrilla de apertura, la puerta debe abrirse suavemente sin quedar atrapada o ser golpeada por el felpudo. En este caso, se recomienda que el felpudo sea casi tan ancho como la abertura de la puerta, dejando un espacio de cinco pulgadas a cada lado. Tras bajarse, la puerta debe tardar al menos 1,5 segundos en cerrarse. • Espacio libre: la zona de la puerta debe estar libre de expositores u otras atracciones donde la puerta pueda golpear a las personas. • Condiciones meteorológicas: es importante mantenerse informado de las inclemencias del tiempo y de los problemas que puedan causar. Se debe prestar atención a que las guías del suelo se mantienen limpias y libres de residuos que puedan impedir que la puerta se deslice. Además, es esencial revisar que la exposición a los rayos UV, lluvia helada, nieve y hielo, no hayan provocado que las alfombrillas se vuelvan quebradizas, tengan problemas de contacto y se deshagan. Si esto ocurre, la puerta automática no se abrirá, no permanecerá abierta o reaccionará de forma errática al pisarla; lo que puede suponer un problema de seguridad. • Bloquear el funcionamiento de la puerta si se dieran situaciones potencialmente peligrosas: si durante estas inspecciones se llegase a observar que alguno de los elementos no reúne las mínimas condiciones de seguridad anteriormente mencionadas, es imprescindible dejar fuera de servicio la puerta. Hay que tener en cuenta que el propietario de la puerta siempre será responsable del buen funcionamiento de la misma, y así será tratado en caso de que una negligencia en su uso produjese daños a personas o bienes. INSPECCIONES Y MANTENIMIENTO PERIÓDICOS Más allá de estas acciones para las que no se necesita la intervención de personal especializado, realizar una revisión anual por parte de un técnico cualificado es lo mínimo para garantizar la tranquilidad de propietarios y usuarios, siendo las revisiones semestrales la mejor manera lograr un funcionamiento óptimo. Según la legislación vigente, el mantenimiento de puertas automáticas es obligatorio al ser una parte intrínseca de los lugares de trabajo y, como tales, se encuentran sujetas a las normas mínimas de seguridad y salud en el trabajo - Real Decreto 486/1997, anexo II punto 4. Aunque la frecuencia con la que deben realizarse las labores de mantenimiento viene marcada por las recomendaciones de cada fabricante, de manera general, la norma UNE 85635:2012 establece varias periodicidades recomendadas que varían entre 4 y 12 meses en el caso de las puertas industriales; mientras que, en el caso de puertas peatonales automáticas, la norma UNE 85121:2018, recomienda revisiones cada 3 o 6 meses dependiendo de la intensidad de su utilización. Por último, para facilitar y asegurar un mantenimiento eficaz, es recomendable utilizar el ANTIGUO PROTOCOLO DE AEPA para la inspección de puertas Industriales, Comerciales y de Garaje, revisión 2.017. Este protocolo detalla todas las partes principales que deben examinarse durante las revisiones de mantenimiento, constituyendo el mejor check list elaborado hasta el momento. n Realizar una revisión anual por parte de un técnico cualificado es lo mínimo para garantizar la tranquilidad de propietarios y usuarios

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