109 INFORME EURCONSTRUCT Producción en el sector europeo de la Construcción. Evolución y perspectivas. Fuente: ITeC - Euroconstruct junio 2024. ducción vuelvan ya al crecimiento, aunque de manera tentativa (1,3%)”, explicó el director general del ITeC. Si las proyecciones para 2026 (1,8%) se acaban cumpliendo, la producción del sector (a precios constantes) podría situarse en un punto intermedio entre la alcanzada en 2021 y 2022, un desenlace que puede calificarse sin reservas como satisfactorio. Sin embargo, no todos los países siguen literalmente el patrón de comportamiento promedio descrito. Según Fransico Diéguez, “la existencia de excepciones no es nada anormal; lo preocupante es que entre las excepciones negativas hay algunos países muy grandes. Así, entre los mercados que llegarán al 2026 produciendo claramente por debajo de los niveles del 2022, se encuentra tres de los más grandes: Francia, Alemania e Italia. Y mientras que Francia e Italia parecen tocar fondo en algún momento entre 2024 y 2025, en Alemania aún no se vislumbra dónde puede estar el punto de inflexión en el que abandonará la espiral negativa”. Junto con Austria, que también se prevé que tenga un crecimiento negativo, estos mercados representan el 52% de la cuota de mercado de la construcción europeo. España se encuentra en un grupo de países que experimentarán un crecimiento moderado, junto a Reino Unido, Suiza, Chequia, Eslovaquia y Portugal. Estos países representan el 27% de la cuota de mercado. El repliegue antes apuntado se verá reflejado, sobre todo, en el ámbito de la edificación residencial. “La última oleada de turbulencias ha sorprendido al mercado en un momento excepcional de producción (más de 1,8 millones de nuevas viviendas en 2022, una cifra que no se veía desde 2009), un ritmo insostenible en las nuevas condiciones de mercado, con costes de construcción mucho mayores, crédito más caro y descenso de las ventas”, afirmó Diéguez. De acuerdo con las últimas estimaciones, el subsector deberá contraerse casi un 20% para adaptarse al entorno actual, un descenso severo y además urgente, concentrado en 2023 (-9,7%) y en 2024 (-9,5%). “Este ‘shock’ será suficiente para que 10 países encuentren su nueva zona de equilibrio, pero entre ellos no figuran los tres países clave ya mencionados (Francia, Italia y Alemania), donde se esperan aún más ajustes a la baja. Que los recortes continúen en estos mercados tan potentes es decisivo para que la previsión aún sea negativa en 2025 (-0,8%) y que haya que esperar al 2026 para reencontrarse con algo de crecimiento (1,3%)”, indicó el representante del ITeC. En cuanto a la edificación residencial, si se compara el 20% de ajuste previsto para la vivienda de nueva planta con el 4% que se espera para este subsector, se podría deducir que este mercado está operando desde una posición bastante más sólida. “Sin embargo, esta percepción no es correcta. El principal motivo por el que los descensos no son tan acusados en este sector en 2023 (-1,8%) y 2024 (-2,4%) es que en 2022 el subsector no residencial europeo estaba produciendo a un nivel mucho más modesto que el de la vivienda, todavía un 6% por debajo de los niveles prepandemia. Por otra parte, esto facilita que la recuperación que se espera en 2025 (2,1%) y en 2026 (2%) sea algo más intensa”, explicó Francisco Diéguez. En el análisis por nichos de mercado, las caídas más severas del bienio 2023-24 se esperan en la logística (-10,6% acumulado), en las oficinas (-6,3%) y en la construcción comercial (-4,9%), si bien todos ellos confían en que la tendencia negativa se detendrá en 2024. Los nichos que aspiran a superar las turbulencias de 2023-24 con menor afectación son aquellos en donde se concentra la demanda pública: la educación (-2,7% acumulado) y la sanidad (-0,2%). Finalmente, la ingeniería civil ha sido capaz de cerrar 2023 con un crecimiento respetable (3,8%) a pesar de verse también afectada por el encarecimiento de costes. Esto evidencia el compromiso de las administraciones públicas por no desviarse en exceso de sus planes de infraestructuras y por aprovechar los fondos Next Generation de la Unión Europea (NGEU). La inercia de toda la obra en marcha no hace temer por el crecimiento en 2024 (2,2%). La previsión para los siguientes años se encuentra bajo el influjo de factores de signo opuesto. En sentido positivo, la mejora económica y el abaratamiento del crédito deberían apuntalar la inversión, particularmente la
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