El valor que más influye en un cajón de persiana para asegurar su hermeticidad es la permeabilidad al aire. Por ello se debe exigir un cajón de persiana con permeabilidad al aire CLASE 4 (la mejor clasificación) duciendo un aislante de neopor que tiene continuidad con el marco de la ventana y evita las zonas frías. Además, también incorpora una junta de Epdm en la embocadura que permite que la caja quede ligeramente ventilada, mejorando su eficiencia energética. Teniendo en cuenta este concepto de dar continuidad a la línea del aislamiento, es importante optimizar la posición del cajón. Es decir, siempre que la solución constructiva lo permita, es recomendable que las guías de persiana tengan más profundidad para que el cajón se desplace más al exterior, de forma que el aislamiento térmico en la cara interior del cajón quede lo más enrasado posible con el marco de la ventana. Como ocurre con las ventanas, de nada sirve un buen cajón si después está mal instalado, por ello es importante garantizar que la unión entre marco y cajón sea hermética. En este aspecto recomendamos colocar una cinta precomprimida entre los pies del marco (en PH hay que tratar todas las juntas), y si es posible motorizarlo sellando la salida del cable. Con todo esto, lo que queremos hacer ver es que no solo es importante el uso de cajón de persiana en Passivhaus, sino saber qué debemos tener en cuenta a la hora de elegirlo si queremos que nuestro proyecto alcance los objetivos requeridos en el estándar.
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