La actualidad de las carpinterías TRIBUNA 2024 es un año que va a aportar novedades interesantes al sector de la edificación y, por consiguiente, al sector del cerramiento. Por un lado, en breves fechas se ha de publicar en el Diario Oficial de la Unión Europea la nueva Directiva de Eficiencia Energética de Edificios. Dicha Directiva no es de aplicación inmediata ya que los Estados Miembros tendrán un plazo máximo de dos años para trasponerla a su ordenamiento jurídico. Una de las novedades principales es que el foco se desplaza hacia la sostenibilidad. Si en la actual Directiva el concepto clave es el edificio de consumo de energía casi nulo, tras su revisión, la nueva Directiva se centra en el edificio de emisiones cero. Ello conlleva diferentes consecuencias. Se va a revisar el certificado de eficiencia energética de los edificios y viviendas. De este modo, además de ofrecer información sobre el consumo de energía primaria no renovable, las emisiones de CO2 y la demanda de calefacción y refrigeración, el nuevo certificado incluirá información de sostenibilidad medioambiental: el indicador sobre el potencial de calentamiento global del edificio. Otra consecuencia de la nueva directiva es la introducción del pasaporte digital del edificio. En este documento no sólo estará la calificación energética del edificio en su estado actual, sino que ofrecerán medidas para mejorar dicha calificación, así como una planificación por etapas de estas medidas, si no se pueden llevar a cabo mediante una rehabilitación integral profunda. Finalmente, a través de esta directiva los Estados Miembros se comprometen a ir mejorando la calificación energética de los peores edificios de su parque residencial, elaborando para ello planes de rehabilitación con ayudas y subvenciones. La otra novedad legislativa que traerá este año es la publicación del nuevo Reglamento Europeo de Productos de Construcción. En este caso, al ser un Reglamento, su aplicación será la que marque en el texto publicado, sin tener que esperar a que los Estados Miembros la transpongan. Dado que los cambios que se proponen en el nuevo Reglamento son de un profundo calado normativo, la Comisión Europea se plantea un largo plazo de adopción de los distintos artículos del Reglamento. Se prevé que la total implantación se produzca hasta 15 años después de su publicación. La causa: los diferentes comités técnicos de normalización han de revisar las normas armonizadas de productos que rigen los marcados CE para adecuarlos a las nuevas exigencias del Reglamento. Como pasa con la Directiva en el caso de los edificios, el Reglamento también se alinea en la dirección de la sostenibilidad. Una de las principales tareas de los comités de normalización será implementar el requisito de uso sostenible de los recursos naturales en el marcado CE de los productos de construcción. Igual que sucede para los edificios con el certificado de eficiencia energética, las ventanas incluirán en su declaración de prestaciones indicadores de sostenibilidad medioambiental. Estos indicadores se decidirán en los comités de normalización de CEN, pero ya se sabe que, como mínimo, los fabricantes de ventanas tendrán que declarar el potencial de calentamiento global de sus productos. Otra de las obligaciones de los fabricantes marcadas por el nuevo reglamento será disponer del pasaporte digital de producto, Este pasaporte incluirá diferente información de producto (documentación del marcado CE, declaración ambiental del producto, manual de mantenimiento…) que el fabricante hará accesible en enlaces permanentes, asegurando que toda esta información no puede ser modificada sin su consentimiento, y dando diferentes niveles de acceso en función de la tipología de usuario que la quiere consultar (administración, técnicos, usuario final…) Vemos, por tanto, como a las carpinterías se les va a exigir más en el terreno de la sostenibilidad. La eficiencia energética se da por supuesta y a los productos se les va a exigir que tengan la menor huella ambiental posible. Hay más legislación en camino, cómo el Reglamento de ecodiseño, que habrá que ver cómo interactúa con el Reglamento de Productos de Construcción. Aunque puede no ser aplicable al producto final, sí que lo será a los materiales que los componen, estableciendo contenidos mínimos de materia prima secundaria (es decir, reciclado, reusado o reutilizable). Criterios que van en consonancia con otra disposición normativa, la Taxonomía europea. En cualquier caso, las carpinterías son una ventana hacia la sostenibilidad. ASEFAVE
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