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TRIBUNA DE OPINIÓN 104 Ahora hablemos de ti y de cómo es tu empresa, ¿fabricas muchas ventanas? ¿Es lo suficientemente productiva? Si aún no mides tu productividad es una lástima, pues cada vez que hagas una mejora no sabrás su impacto real. Las empresas que sí lo hacen y trabajan por mejorar la productividad, no solo la producción, competirán mucho mejor que tú. ¿CÓMO CALCULAR LA PRODUCCIÓN Y LA PRODUCTIVIDAD? La producción se mide y expresa en términos absolutos, dado que se centra en lo producido. Por ejemplo, si una empresa produce 80 ventanas cada día diremos que tiene una producción de exactamente 80 ventanas diarias. Como puede verse, se trata de una medida bastante simple y fácil de comprender. En cambio, la productividad determina la salud de la empresa y se mide en términos relativos. Para calcular la productividad no nos basta con saber que fabricamos cada día 80 ventanas. Es un dato útil, pero es necesario saber las variables de los principales factores asociados, como los materiales invertidos, el tiempo dedicado, la producción individual de cada empleado, la maquinaria usada... En lo que respecta a los recursos humanos, se debe tener en cuenta la velocidad a la que un trabajador promedio puede realizar la tarea y, a la vez, cuántos trabajadores se requieren para todo el proceso (que dependerá de la ventana). En este sentido la productividad está dada por el balance entre estas tres variables, a las que se le suma la depreciación y amortización de inmuebles y máquinas. Pero para simplificar, poniéndolo fácil, la unidad que a mí más me gusta es la que describe la producción que se genera por trabajador, que puede ser en términos de: • Unidades producidas: Nº de ventanas x trabajador x día (en 8 horas de trabajo). Y/o en términos de • Valor monetario: € fabricados x trabajador x día (en 8 horas de trabajo). Cuanto más alta sea la producción por trabajador y por día, más alto es el nivel de productividad. Los avances tecnológicos y el aumento de la eficiencia de los trabajadores son las dos fuentes principales de mejoras en la productividad. Si quieres conocer tu productividad, divide la producción total entre las personas que tendrías trabajando durante 8 horas. El resultado de la división será una expresión de productividad del trabajo. Por ejemplo, si una empresa produce 80 unidades al día, con 12 personas, dividirás 80 ventanas entre 12 personas, resultado en una media de productividad de 6,6 ventanas por operario y día. A igualdad de número de ventanas y/o euros fabricados, la que menos coste tenga será la que obtenga más beneficios y, por consiguiente, la que será más productiva, pudiendo competir mucho mejor. RELACIÓN PRODUCTIVIDADPRODUCCIÓN No es posible calcular la productividad sin tener en cuenta cuál es la producción en la organización. El grado de producción y de productividad se influyen mutuamente y ambos son factores determinantes para la empresa. Por ejemplo, si en una empresa se ha detectado una disminución en la producción es necesario investigar qué ha pasado, si se ha estropeado alguna máquina o se ha agotado alguna materia prima o se esté dando el caso de que los empleados no estén trabajando de forma adecuada y eficiente, siendo necesario invertir en metodología y/o formación. Cabe decir que pueden darse situaciones paradójicas en las que una empresa sea muy productiva a razón de su eficiencia en el uso de recursos, pero no logre alcanzar la suficiente producción para sostener los gastos básicos de la empresa y poder mantenerla a flote. Por otro lado, puede darse el caso de que la empresa logre altos niveles de producción, pero sin embargo, su productividad sea baja porque se estén utilizando mal los recursos y analizando lo que se ha invertido durante el proceso de fabricación, se vea que se están derrochando grandes cantidades de dinero y de materiales. En este ejemplo, la producción termina por aumentar su costo final al consumidor, para lograr cubrir el desnivel productivo con respecto a la eficiencia terminando con deudas a largo plazo Las empresas exitosas son aquellas que logran producir lo necesario para lograr ganancias y, a su vez, no desperdician los recursos, permitiendo invertir de forma inteligente y ahorrar para asegurarse el sueldo de los trabajadores. En resumidas cuentas, la mejor manera de calcular la productividad real es teniendo en cuenta cuál es la producción real de la empresa. Cabe indicar, sin embargo, que uno de estos dos factores se incremente o disminuya no es sinónimo de un cambio en el otro componente, pero sí que puede influir y ser un indicador de que ha habido algún cambio en la organización. Tener claridad en estos dos conceptos puede abrir el panorama en la toma de decisiones y en cómo mejorar constantemente tu empresa.

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