56 CONGRESO ASEFAVE como el aumento del uso de material reciclado, la inclusión de profesionales formados en impacto ambiental, la descarbonización en el ciclo de vida, la estandarización de productos y la información del valor de CO2 de cada proyecto o producto. Asimismo, otros retos serán conseguir un diseño sostenible para facilitar su reciclaje y circularidad. Entre otras medidas habrá que tener en cuenta la reducción de la variedad de materiales y componentes en su composición, el uso de materiales reciclables o reutilizables no contaminantes, que sea fácil de reciclar, la reducción de emisiones en el proceso de producción y el ciclo de vida y que su montaje y desmontaje sea fácil, con fijaciones visibles y evitando, en lo posible, adhesivos o colas. TECNOLOGÍA FOTOVOLTAICA INTEGRADA EN LA EDIFICACIÓN Susana Santamaría, de Tecnalia, trató en su ponencia cuáles eran los restos en la caracterización de la tecnología fotovoltaica integrada (BIPV) y cumplimiento de requisitos. En su intervención resaltó la presencia progresiva y al alza de la tecnología fotovoltaica en la edificación y de sistemas BIPV. Sin embargo, a pesar de que se trata de una tendencia creciente en la que ya se ha empezado a trabajar, existe un vacío normativo y de requisitos. Un módulo BIPV es un material constructivo que, además, genera electricidad. Su funcionalidad principal es constructiva, por lo que debe cumplir requisitos equivalentes a los del sistema tradicional que reemplaza. De forma secundaria, tiene la capacidad de generar electricidad in-situ, por lo que cobra mayor importancia en el contexto de edificios energéticamente casi nulos. Santamaría explicó que la tecnología BIPV se enfrenta a los retos de “desarrollar soluciones que respondan a las necesidades del mercado de manera global, en el binomio rendimientoestética, variedad de formatos y coste. Además, es necesario desarrollar un marco normativo específico para esta tecnología, simplificando y armonizando el proceso de marcado CE y de certificación”. Aunque se ha intentado regular con diferentes normativas que hacían referencia a los módulos y/o sistemas fotovoltaicos integrados en edificios, “no hay respuesta para la mayor parte de los productos, más aún si se trata de sistemas constructivos con fotovoltaica integrada, por lo que nos encontramos ante un déficit de guías para su evaluación”, manifestó Susana Santamaría. Sin embargo, contar con un marco normativo propio es necesario porque los requisitos electro-técnicos y constructivos necesitan evaluarse de forma conjunta y no independiente. La responsable de Tecnalia indicó que para diseñar nuevos procedimientos de ensayos a módulos BIPV es necesario definir el enfoque para incluir y mejorar metodologías de ensayo para evaluar sus requisitos, teniendo en cuenta los requerimientos básicos de las obras de construcción: seguridad en caso de incendio, seguridad y accesibilidad de utilización, ahorro de energía y aislamiento térmico y seguridad eléctrica en condiciones de operación. Durante su exposición, Susana Santamaría presentó tres casos prácticos donde se daba respuesta a las exigencias, tanto desde el punto de vista fotovoltaico como desde la edificación, para poder instalar las soluciones en el edificio. Sin embargo, no se trabajó en la interrelación entre ambas por la carencia de una normativa específica, que es la dirección en la que deben evolucionar las normas. Susana Santamaría, de Tecnalia. A pesar de la tendencia al alza de la tecnología fotovoltaica en la edificación y de sistemas BIPV, existe un vacío normativo y de requisitos
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