SISTEMAS METÁLICOS 105 nuestro país son energéticamente ineficientes, lo que convierte a la vivienda en la tercera causa de emisiones de CO2, solo por detrás de sectores como el transporte y la industria. Por otro lado, desde la administración pública se fomenta y prescribe de forma cada vez más fehaciente las actuaciones necesarias para reducir la demanda energética de estos edificios y reducir su huella de carbono: desde la firma del acuerdo de París como compromiso mundial histórico para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, hasta el Pacto Verde Europe, o que busca ser el primer continente climáticamente neutro en 2050. De hecho, la Comisión Europea entre finales de este año y el 2024 va a aprobar la nueva directiva de eficiencia energética de edificación a través de la cual, España se ve obligada a que en enero de 2033 todo el parque de viviendas nacional cuente con una calificación energética D, como mínimo. También desde la Europa y a través de los fondos Next Generation se estimula económicamente las intervenciones de rehabilitación energética. Desde el punto de vista reglamentario, es notoria la búsqueda de estos objetivos por parte del Código Técnico de la Edificación en cada actualización de sus prescripciones. LA VENTANA COMO ELEMENTO CLAVE EN LA REHABILITACIÓN La rehabilitación energética de una vivienda pasa principalmente por la intervención en su envolvente perimétrica con el objetivo de reducir su coeficiente global de transmisión de calor. Conceptualmente, la ventana es una de las partes más vulnerables en este aspecto, ya que en la mayor parte de los casos va a aislar menos que la parte opaca de la fachada, por lo que el Código Técnico de la Edificación no podía no exigir rigor en su caracterización. Así, es importante la determinación de la transmitancia térmica global del hueco (Uw) que se configura como un cálculo proporcional de los componentes de los que dispone el conjunto de la ventana. Resulta evidente que los elementos que más repercusión tienen son el marco y el vidrio, por lo que será trascendental su correcta prescripción. No obstante, no podemos despreciar otros pequeños elementos que, aunque a priori, pueden llegar a parecer poco relevantes, tienen una gran trascendencia, como es, por ejemplo, el perfil intercalario, que separa y cierra la cámara del vidrio. Para contextualizar esta relevancia, cabe hacer referencia a un estudio francés que determina la reducción de la demanda energética de un determinado tipo de vivienda en el que, el hecho de sustituir un intercalario metálico por uno plástico, supone una reducción del consumo anual de calefacción de más de un 4% en un vidrio doble en una vivienda sometida a un clima cálido templado. Muy importante también es la permeabilidad al aire de una ventana. Destacar aquí la norma de producto UNE EN 14351-1, que prescribe el ensayo y clasificación (bajo otras normas) establecida en 5 tipos: desde la 0 en ventanas no ensayadas, hasta la clase 4 donde a 100 pascales de presión de aire la ventana no permitirá a su paso más de 3m3/h * m2. Las ventanas antiguas a las que hemos hecho referencia antes se consideran clase 1, presuponiendo que a través de sí permiten el paso de 50 m3/h * m2. Como decíamos, el vidrio juega un papel trascendente. Hay que intentar prescribir cámaras de 16mm como ancho garante de la transmitancia térmica óptima y si su relleno es con un gas noble (Argón, Kriptón), mejor. La capa o capas (en caso de vidrio triple) de baja emisividad se hacen más que recomendables por su efectividad y coste reducido y es crucial la capa de control solar en fachadas sometidas a soleamiento, para reducir el factor solar. Junto al vidrio, el perfil tiene un rol protagonista, como venimos hablando. La reforma lleva implícita un problema en lo referente a la carpintería exterior, y es el hueco para ‘meter’ la nueva ventana, si esta lleva cajón oculto tras el dintel del hueco. Normalmente nos vamos a encontrar fondos de guía de entre 100 y 110mm y es una cuestión difícil para el prescriptor encontrar un perfil que aísle y que quepa en esa sección, ya que, hasta el momento, la Uf de un perfil era indirectamente proporcional a su profundidad, es decir, a menor transmitancia térmica, mayor profundidad de perfil. En Grupo Ayuso, sabedores de este problema, hemos diseñado nuestra serie EIRA 60 CORE con RPT de resina de poliuretano de baja densidad, con "Desde el Departamento de Arquitectura de Grupo Ayuso ayudamos al arquitecto o ingeniero en la prescripción de los componentes de la ventana, su justificación técnica con informes y la definición de encuentros constructivos, entre otros"
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