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158 COYUNTURA SECTORIAL urgencia porque ese reajuste ya viene produciéndose desde la pandemia. En efecto, la producción residencial al cierre del 2022 aún se situaba un -6,4% por debajo de la del 2019, con tan solo tres nichos de mercado por encima: la logística, la construcción industrial y los edificios de uso sanitario. Por tanto, con las oficinas y la construcción comercial descolgadas de la recuperación, el subsector no residencial no requiere contraer tanto la producción para adaptarse a la actual situación de demanda precaria y de rentabilidad incierta. La proyección del 2025 (2,1%) es más expansiva que la de la vivienda, pese a detectarse un cierto agotamiento del nicho de la logística, incapaz de prolongar por más tiempo su ciclo de alto crecimiento. El empeoramiento del entorno no ha hecho mella en la previsión para la ingeniería civil, en donde se concentran las mayores expectativas de crecimiento. En sentido estricto, la previsión no contempla grandes avances (entre el 2,3% y el 2,5% anual para 2023-25), pero bastan para superar a los de los otros subsectores y a la propia previsión para el PIB europeo. Un extra de fortaleza que tiene mucho que ver con que la ingeniería civil ya tenía previsto un ciclo de crecimiento que compensase la relativa austeridad de la década de los’10. La irrupción del covid, la invasión de Ucrania y los subsiguientes 'shocks' en la economía no solo no han interrumpido este ciclo favorable a las infraestructuras, sino que todavía lo han dotado de mayor propósito. Con respecto al informe anterior, la infraestructura ferroviaria continúa siendo el nicho más expansivo. Y la infraestructura energética revisa al alza la previsión, prueba de que se están tomando medidas para hacer posible la desconexión de las energías fósiles de Rusia. EL SECTOR ESQUIVA LA RECESIÓN EN ESPAÑA, PERO SE RALENTIZA Aún no se han despejado los obstáculos que complicaron durante todo 2022 el flujo habitual según el cual los proyectos generan producción, a los que ahora se suma el encarecimiento del crédito. Pero hay unanimidad en admitir que los factores causantes del colapso de 2008 (altos niveles de producción, exceso de stock, recalentamiento del mercado inmobiliario) no son ahora particularmente preocupantes. Tal como suele ocurrir siempre que cambia el ciclo, conviven indicadores de diferente signo: estancamiento del consumo de cemento, retroceso de la ocupación, aumento de la afiliación, mantenimiento del volumen de cartera de proyectos de edificación de nueva planta, potente repunte de la tienen posibilidades de mantener sus niveles de producción, dentro del cual aparecen dos pesos pesados como Francia y Reino Unido. Otro grupo más pequeño, en donde está España, aspira a crecer en torno al 5% a lo largo de este bienio. También hay excepciones en clave negativa, como los cinco países que prevén contraerse más de un -6% y que, debido a que incluyen a Italia y a los Países Bajos, suman prácticamente una cuarta parte del mercado Euroconstruct. El empeoramiento de la previsión para el sector construcción es consecuencia casi en exclusiva del empeoramiento de la edificación residencial de nueva planta. Las ventas se resienten después de que en 2022 los tipos de interés de las hipotecas se duplicasen en la mayoría de países europeos y se triplicasen en Finlandia, Eslovaquia, Suiza y el Reino Unido. Los precios llevan ya unos trimestres bajando y ha llegado el momento de replantearse hasta qué punto es sensato poner en marcha toda la cartera de proyectos, que hasta hace poco se creía que el mercado absorbería sin problemas. Los países nórdicos y los del este, que en algunos casos ya padecían síntomas de sobrecalentamiento, se han replegado con mucha intensidad en los últimos meses. De ahí que la previsión de producción para 2023 refleje una bajada del -6,1%, prácticamente igual a la sufrida en 2020. La intensidad y la inmediatez de este ajuste permitirá que en años posteriores no sea preciso seguir recortando mucho más, de manera que la previsión para 2024 se limita al -2,7% y la proyección para 2025 se sitúa en +0,2%. La edificación no residencial podrá atravesar el bienio 2023-24 sin que la producción sufra pérdidas, pero tampoco sin experimentar avances significativos (0,2% en 2023 y 0,9% en 2024). Pese a estar sometido a idénticos condicionantes negativos que la vivienda, el no residencial no necesita reajustar la oferta a la baja con tanta Perfiles de comportamiento 2023-24. Diferencia (%) entre la producción prevista para 2024 y la registrada en 2022, a precios constantes

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