ALIMENTACIÓN: SECA TENDENCIAS A día de hoy, no hay ninguna evidencia científica de que la proteína y la grasa de insectos hidrolizados representen un peligro para nuestros animales de compañía. Ni existen pruebas, consistentes o no, de que puedan producir más alergias de las que generan otros alimentos que ya utilizamos sin plantearnos siquiera esa pregunta. Es más, muchas de nuestras mascotas consumen insectos de manera natural en estado salvaje, como peces, pájaros o reptiles. Y otras, como perros y gatos, lo hacen de forma habitual movidas por su propio instinto animal. UNA INDUSTRIA SOSTENIBLE Resulta evidente a estas alturas que para garantizar el abastecimiento de alimentos necesitamos nuevas fuentes de suministro. Pero al mismo tiempo, debemos conseguir que sean sostenibles. En parte, para compensar aquellas que no lo son tanto, pero de las que no podemos ni debemos prescindir, independientemente de que sus sistemas productivos puedan optimizarse para dejar la mínima huella medioambiental posible. En comparación con cualquier otra explotación agropecuaria, una granja de insectos necesita infinitamente menos espacio, menos agua y menos recursos accesorios para producir mucha más cantidad de proteína. Incluyendo la electricidad, ya que los insectos se crían de manera vertical y generan buena parte del calor que necesitan para desarrollarse. A ello hay que sumar, en el caso de Tebrio, el empleo de fuentes renovables, como la solar, que garantiza el autoabastecimiento de sus plantas productoras. De la misma manera, la industria de los insectos ha sido concebida con unas premisas de circularidad que muy pocos sectores son capaces de replicar. A grandes rasgos, una granja de Aceite transformado. 60 Bioplásticos.
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx