BICHÓN MALTÉS CUIDADO DE LA PIEL Empezaremos por un par de apuntes sobre el estándar oficial de la FCI (Fédération Cynologique Internationale). El primero hace referencia al tipo del manto, y no obstante ser bastantemás extenso, podríamos tomar como referencia sus dos primeras líneas: “Pelo: denso, brillante, cayendo pesadamente, de una textura sedosa, muy largo en todo el conjunto del cuerpo y lacio en toda su longitud, sin rastro de ondulaciones o rizos”. Por lo cual, la peluquería debería insistir siempre en mantener un hermosomanto largo debidamente aplomado, libre de ondulaciones. La alteración de estas premisas nos podría dar, como ya hablaré más adelante en este artículo, problemas sobradamente irreversibles a corto y medio plazo. La segunda cuestión hace referencia al color. “Color: blanco puro. Se admite el marfil pálido. Los tonos naranja pálido son admitidos, pero no son deseables y constituyen una imperfección”. Cuando un estándar dice “color X, pero se admite…” deja clarísimo que el color deseable es el X, por lo cual, no lo dudemos: en la selección se busca el blanco, pero cómo bien dice el estándar, en las peluquerías nos encontramos colores marfil, orejas anaranjadas... y ahí está todo el mundo pidiéndonos a los especialistas cosmetólogos productos blanqueantes, lo que tampoco será muy posible; no se puede blanquear lo que no es blanco sin resultados rebote adversos. Pues empezaremos por el principio. Para conseguir que el manto cumpla con una textura larga y sedosa no basta con la genética -una de las grandes decepciones de la gente que adquiere uno es el darse cuenta de que siempre está “desaliñado” y parece inútil cualquier esfuerzo-. Para ello es indispensable un cepillado dos veces por semana, lo que requiere un buen cepillo y un peine, siendo también muy útil una carda, ya que el cepillo de púa recta exige minuciosidad de trabajo. Además, usaremos para ello un buen spray acondicionador, ya que el acicalado en seco puede romper y cargar el manto de electricidad estática. A parte, no podremos evitar las sesiones de baño regulares, semanalmente a poder ser, si no quincenales. Dichos baños deberán hacerse siempre con champú altamente nutriente e hidratante, seguido de una mascarilla con activos que, además de hidratar, sellen cutícula, pues sólo una buena cutícula mantendrá el pelo sano, flexible, sedoso y brillante. Otra opción, la mayoritaria, es dejar el manto más corto, incluyendo los nada recomendables cortes amáquina que harán sufrir más calor a parte de presentar un horrible aspecto. Existen diferentes arreglos, desde el ya clásico teddy a los actuales arreglos asiáticos tan en boga a día de hoy, que hacen de nuestro maltés un auténtico peluche. Se hacen artesanalmente a tijera, lo que supone un coste extra (cada mes y medio, aproximadamente) a tener en cuenta a la hora de adquirir un cachorrito, y requerirán de uno o dos baños entre cada sesión de peluquería. En resumidas cuentas, enamorarse de este pequeño diablillo blanco es muy fácil, pero su mantenimiento es laborioso y costoso, y siempre es necesario pensar en el tiempo y en la posibilidad económica antes de decidirse a compartir la vida con él. n 53
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