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19 DOSIER ZONA DE BAÑO Y SECADO EN LA PELUQUERÍA CANINA centímetros. El largo es indiferente, a veces se usan bañeras corridas para bañar a varios perros en diferentes espacios o para perros de tamaño grande. Es importante colocar elementos de anclaje y sujeción para mantener la seguridad tanto de los perros como de los profesionales. La de las bañeras es una zona mojada con agua y jabón y, aunque los suelos están preparados para evitar deslizamientos, si evitamos escapadas, hay menos probabilidades de accidentes. Además, existen perros poco habituados a la rutina del baño y ésta es una herramienta que ayudará a tener un mayor control, en ese momento. Es importante conocer a los perros y tener una buena técnica de aproximación para introducirlos en lo que debería ser una rutina agradable, relajante y gustosa para ellos: el agua calentita, las caricias, y un estado de calma y relajación contribuirán a crear ese clima de confianza entre animales y peluqueros. La altura de las bañeras es muy importante para quien se encarga de esta zona, ya que ha de tener una postura ergonómica que mantenga su espalda y piernas en una posición adecuada para no sufrir sobrecargas musculares y posibles lesiones en el futuro. También es necesario un hueco libre en el suelo para que los pies estén por debajo de la bañera, esto ayudará a mantener una postura más adecuada. Después del baño se procederá a iniciar del secado, normalmente en la misma bañera, para expulsar el agua y para acelerar y facilitar el proceso, que se realizará con diferentes tipos de secadores y técnicas, según las necesidades del acabado del manto que se esté trabajando. • La zona de secado. A veces, está separada de la zona de baño para proceder al secado sin tanta humedad en el ambiente. • La zona de corte-arreglo. Destinada para realizar el “finish” de los perros, suele ser una zona para tanto su relax como para el de los peluqueros, quienes deberán concentrarse para realizar el mejor de los acabados. A modo de conclusión; para obtener buenos resultados ha de lavarse y prepararse bien el pelo, para su posterior arreglo. Esto garantiza el 50% del resultado. El 50% restante dependerá, en cada caso, de la habilidad del manejo del perro y de las técnicas empleadas por parte del oficial de peluquería. n

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