Moldes y Matrices 10

ENTREVISTA 20 Hablamos de tiempos difíciles para el sector moldista, pero ¿es una situación más critica en España que, por ejemplo, Portugal? Inicialmente, las ayudas estatales fueron una gran ayuda para el sector portugués, gracias a las cuales se generó un tejido industrial potente, pero actualmente camina solo. Se generó un sector muy fuerte, un circuito de trabajo y cadenas de suministro que son autosuficientes. También es cierto que la capacidad de colaboración entre empresas ha sido un factor muy importante. Pero no es algo propio de ese mercado. También en España tenemos ejemplos, especialmente en las épocas de mucho trabajo cuando la automoción tiraba mucho del sector, o en los tiempos del auge de electrónica de consumo, en que había un buen nivel de colaboración. Ahora bien, cuando el trabajo escasea, por decirlo así, se prioriza más mantener la cartera propia. Pero experiencia y capacidad, hay. Es una cuestión más coyuntural que cultural. Igualmente, se establecen joint ventures para proyectos internacionales puntuales. Dentro de Ascamm tenemos algunos ejemplos, tanto de colaboración local, entre empresas nacionales, como con compañías extranjeras. Otro de los factores más críticos para competir es la actualización del parque de máquinas. ¿En qué situación se encuentran las empresas en general? El nivel es bueno, tanto de maquinaria como de equipamiento. Más especialmente cuando la fabricación de moldes y matrices no permite procesos tan repetitivos como otros mercados. Las empresas se han visto obligadas por el propio mercado y estar en los niveles de competitividad globales. No se puede acceder con precios fuera de mercado y el sector es consciente que no pueden dejar de invertir. También para trabajar cada vez materiales más diferentes, complejos… Por supuesto, hay diferentes factores, desde los materiales a inyectar hasta los precios de los aceros y compuestos para fabricar los propios moldes. A menudo se han tenido que buscar alternativas puesto que, en estos momentos algunos tipos escasean o han sufrido subidas de precio, como el acero inoxidable, que está entre un 20-25% más caro. Y teniendo en cuenta que los moldes tienen un plazo de entrega de media de un año, el incremento de precios entre el pedido y el suministro lo absorbe en la mayor parte el fabricante. Cambiando de tercio. ¿Cómo vive el sector del molde la aparición de la fabricación aditiva o impresión 3D? De entrada, hay que distinguir la producción de rapid prototyping, para la fabricación de moldes pilotos, y la fabricación de pieza de plástico. La primera no asusta, por decirlo de algún modo, puesto que más allá de la tecnología utilizada, es útil al moldista en tanto que sirve para realizar pruebas de diseño del molde y realizar las modificaciones pertinentes. Sin olvidar que el molde piloto no es el ‘core business’ de nuestra actividad. Por otro lado, sí que es más sensible a la fabricación aditiva. Un ejemplo, para realizar 50 millones de piezas al año para el sector del plástico, la opción más eficiente Desde Ascamm, la nueva junta quiere reestructurar la asociación para adatarse al momento actual, a los nuevos tiempos, a la virtualidad y ampliar el radio de acción de la entidad.

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