14 ESPECIAL COCCIÓN Entre las fuentes metálicas, hallamos el acero (carbonatado, esmaltado...), el aluminio fundido, el acero inoxidable e incluso el hierro fundido. También mantienen su presencia las tradicionales fuentes de porcelana y de barro y, de incorporación más reciente, las de silicona, usadas sobre todo en moldes para repostería y en estuches para cocinar a la papillotte. Algunos productos incluyen revestimientos y tratamientos que facilitan la retirada de los restos de alimentos de sus paredes y la limpieza del utensilio. La oferta de fuentes para horno se diferencia claramente de la de moldes para repostería, porque se trata de productos mucho más enfocados a la cocción de alimentos. Es evidente, sin embargo, que existen confluencias entre ambos sectores y que son muchos los productos que pueden ser usados indistintamente para preparar la comida o el postre. OLLAS A PRESIÓN A favor de las ollas a presión juegan sus claras ventajas: cocinan tres veces más rápido, ahorrando hasta un 70% de energía y un 70% de tiempo de preparación. Además, conservan las propiedades nutricionales de los alimentos, al cocerlos a más velocidad y a que, gracias al vapor que se produce en el interior, se cocinan en su propio jugo, de manera saludable. Todos los modelos son o bien de acero inoxidable, que aporta resistencia y durabilidad; o bien de aluminio, un material que es buen conductor del calor. Algunas ollas incorporan fondos termodifusores y encapsulados, para alcanzar la temperatura óptima de manera más rápida y eficiente, distribuyendo el calor uniformemente por toda la base. En cuanto a los mangos, acostumbran a ser de plásticos resistentes al calor y se mantienen siempre fríos. Ello es importante, dado que en muchas ocasiones alojan los mandos de control, que permiten elegir, por ejemplo, la velocidad o la presión. Con menos frecuencia, algunos fabricantes han introducido los revestimientos antiadherentes en las ollas a presión. Aunque no sea un producto con grandes volúmenes de ventas, el mercado de las ollas a presión ha conseguido mantenerse estable. Los consumidores valoran sobre todo el ahorro de tiempo, aunque las características de la cocina saludable también están calando. Una tercera ventaja: garantizan un importante ahorro de energía, al preparar los platos en mucho menos tiempo.
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