11 ESPECIAL COCCIÓN mientos antiadherentes, ampliamente utilizados en la fabricación de sartenes y, en menor medida, de baterías de cocina. Desde hace años, ya no contienen PFOA, pero ello no ha acallado por completo las voces que ponen en duda su completa inocuidad. Por ello, han aparecido alternativas sin antiadherente, con materiales que van del acero inoxidable al hierro fundido o mineral, pasando por el acero esmaltado, entre otras opciones. Entre los principales inconvenientes están el mayor peso que tienen algunos de estos materiales, los cuidados que hay que dispensar en cuanto a mantenimiento (algunos modelos necesitan un proceso de curado, por ejemplo) y la necesidad de aprender a cocinar sin la comodidad del antiadherente. El consumo de estas alternativas es minoritario, pero es destacable que algunas marcas líderes se hayan apuntado con decisión a esta corriente y ofrezcan la opción de obtener un mismo modelo con y sin antiadherente. Pese a todo, las sartenes con antiadherentes de PTFE dominan, hoy por hoy, el mercado, también con una tendencia clara: la continua inclusión de nuevas tecnologías que aumentan la resistencia a la abrasión y los arañazos y, por lo tanto, su duración en óptimas condiciones. MENAJE AMABLE CON EL PLANETA La conciencia ecológica de los consumidores sitúa la durabilidad de los utensilios de cocina como uno de los principales factores a tener en cuenta en la elección de compra. Ello es especialmente importante en las sartenes, el producto que tienemayor rotación. Por ello, los fabricantes están invirtiendo en materiales robustos y revestimientos resistentes y, si esta tendencia se consolida, es posible que los ciclos de vida y, por lo tanto, los de la moda tiendan a alargarse. Uno de los materiales más utilizados es el aluminio, infinitamente reciclable, pudiendo llegar a reducir hasta en un 95% el coste energético necesario en comparación con la producción de aluminio primario. Pero además, muchas iniciativas tratan de reducir la huella de carbono en otros procesos de fabricación, distribución y uso, incluyendo iniciativas como la de Inoxibar, que ha lanzado sucesivas campañas de recogida de sartenes, garantizando su correcto reciclado. En cuanto a los revestimientos antiadherentes, los de base acuosa reducen las emisiones medioambientales. Y, además, existen mangos fabricados a partir de materias primas naturales procedentes de fuentes sostenibles. SARTENES: EL ‘MUST HAVE’ DE LA COCINA La sartén es el elemento de cocción que más se presta a la presentación de novedades, dado su uso intensivo y su alta rotación en el lineal. Por ello, suele ocupar un espacio privilegiado en los escaparates de ferreterías y tiendas de menaje. Permite innovar en materiales, antiadherentes, colores, acabados, mangos, formas… con una gran diversidad de precios, calidades y diseños. Es, sin duda, el artículo líder del sector, con millones de unidades anuales vendidas en nuestro mercado. La gran cantidad de novedades que se presentan demuestra que este sector sigue siendo uno de más dinámicos del universo de la cocina. Se trata de un producto sometido, en cierta manera, a los fenómenos cíclicos de la moda, fruto también de la alta competitividad y de la gran cantidad de firmas de todos los tamaños y orígenes. La oferta, no obstante, ha tendido a uniformizarse en torno a una calidad media-alta, con un diseño robusto y sobrio. Ello no significa que la industria no invierta en diseño: algunas sartenes han sido distinguidas con prestigiosos premios y se han convertido en verdaderos referentes. En cierto sentido, se trata de un mercado marquista: el consumidor es capaz, cada vez más, de reconocer las primeras enseñas y, en general, busca la fiabilidad y el prestigio. Este es uno de los mercados más exigentes del menaje: los usuarios piden productos duraderos, robustos, fáciles de usar y limpiar, resistentes, saludables y que eviten o reduzcan al máximo la necesidad de aceites. En este sentido, las antiadherentes son imbatibles: a menudo se pueden cocinar las carnes en su propia grasa, por ejemplo. Destacan las sartenes con fondos en relieve, rugosos o en nido de abeja, donde los alimentos tienen menos contacto con el aceite. También se han generalizado las sartenes full induction, es decir, aquellas que logran el máximo rendimiento sobre placas de inducción. En cuanto a las tendencias dominantes, el negro ha recuperado protagonismo, mientras que el blanco cerámico ha sido prácticamente desterrado del mercado. Los marrones o térreos, que hicieron furor, tienen una presencia más reducida, pero aparecen alguLos usuarios piden sartenes duraderas, robustas, fáciles de usar y limpiar, resistentes, saludables y que eviten o reduzcan al máximo la necesidad de aceites.
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