Pyrex Las sartenes OPTIMA+ de aluminio forjado de 3,8 mm de espesor son válidas para todo tipo de fuegos, incluidos los de inducción, e incorporan una tecnología ultraresistente con fondo liso full induction para una perfecta detección del flujo del calor y ahorro de energía; además de un revestimiento antiadherente interior bicapa Whitford Xylan+. El mango exclusivo Pyrex® en forma de «Y» proporciona mayor seguridad y comodidad. El ancho del mango, el espacio destinado al dedo pulgar y su acabado soft-touch hacen de Optima+ una de las gamas más ergonómicas del mercado. Se presenta en los tamaños más utilizados (20, 22, 24, 26 y 28 cm en sartenes y 24, 26 y 28 cm en sartenes hondas), además de un wok de 28 cm. Jata La nueva serie Garrotxa de sartenes y paelleras con cuerpo y mango de acero inoxidable de alta calidad Hsar está disponible en una amplia gama de siete diámetros que van de los 18 a los 30cm. Apta para todas las cocinas, incluida inducción, se puede introducir en el horno. El recubrimiento antiadherente es Xylan Plus de Whitford, libre de PFOA; y el fondo difusor full induction de 3,5 mm (3 mm aluminio y 0,5 mm de acero 430) asegura una óptima difusión del calor. El mango inoxidable es hueco, para unamayor seguridad antiquemaduras. Como ejemplo, podemos citar el de la empresa italiana Illa, cuyas sartenes y cacerolas del proyecto Planeta están fabricadas en aluminio alimentario 100% reciclado, asegurando que el resultado no difiere en nada del que se obtendría fabricando las sartenes si se comprase directamente el mineral. Y es que sus características son invariables y ello permite que pueda ser reciclado de nuevo de manera indefinida. El reciclaje de aluminio reduce en un 95% el coste energético respecto a la producción de aluminio primario. En cuanto a los revestimientos utilizados en Planeta, son de base acuosa, reduciendo las emisiones medioambientales. Los mangos contienen un mínimo de un 50% de materias primas naturales procedentes de fuentes sostenibles certificadas FSC y el embalaje es cartón 100% reciclado. El sentimiento ecológico cala cada vez con mayor fuerza en los consumidores, que adquieren conciencia acerca de la necesidad no solamente de reciclar sino, sobre todo, de reducir el volumen de residuos que generamos. Por ello, la durabilidad de los utensilios de cocina empieza a ser una característica valorada por los usuarios que, hartos de las sartenes que pierden rápidamente sus propiedades, buscan ahora productos duraderos. Si esta tendencia se consolida, es posible que los ciclos sujetos a las modas tiendan a alargarse. Pero, además de ser ecológicas, los consumidores piden que las sartenes sean eficientes: es decir, que se calienten rápidamente, que distribuyan el calor de manera uniforme y que lo mantengan el máximo tiempo posible. Todo ello, en aras de reducir el consumo energético, un aspecto altamente importante en estos momentos de incremento imparable de los precios. Sartenes saludables Todos los productos que entran en contacto con los alimentos están sometidos a la lupa de una corriente cada vez más fuerte en pro de la salud humana. Y, aunque las normativas de control son estrictas, muchos consumidores van más allá y buscan alternativas con una garantía extra. El sector del menaje está especialmente afectado por esta circunstancia y, en el mercado de las sartenes, son los revestimientos antiadherentes los que están en el punto de mira. El hecho de que la inmensamayoría de los productos ya no contengan PFOA ha servido para calmar al mercado, pero no ha acallado por completo a quienes consideran que los revestimientos revisten riesgo para la salud humana. Por ello, aunque se presupone, muchas marcas siguen publicitando sus productos como ’libres de PFOA’. La batalla, no obstante, ha bajado notablemente de tono y ello ha coincidido con la práctica desaparición de los revestimientos cerámicos, que supuestamente eran más saludables pero que planteaban grandes dudas en cuanto a eficacia y durabilidad. Se daba la circunstancia de que, en un momento donde las marcas tratan de alargar la vida de sus productos, la introducción de antiadherentes cerámicos actuó en sentido contrario: la acortó, dado que perdían sus propiedades con rapidez. La aparición descontrolada de opciones con poca calidad derivó en el desprestigio del sector y la acumulación de malas experiencias por parte de los usuarios, que hizo caer su popularidad. Por lo tanto, los antiadherentes de PTFE son, hoy por hoy, dominantes, mientras se generaliza la inclusión de nuevas tecnologías que aumentan la resistencia y la duración de éstos. A menudo son las propias marcas fabricantes de sartenes las que incorporan estas mejoras, fruto de investigaciones internas o de colaboraciones con los productores de antiadherentes. También aparece una alternativa que cada vez más consumidores abrazan, aunque sigue siendo minoritaria: las sartenes sin antiadherente, que pueden ser de hierro fundido o mineral o de acero inoxidable o esmaltado. Su consumo es todavía residual, pero responden a una tendencia clara: los clientes que las prefieren argumentan que el PTFE, aún sin PFOA, también es tóxico y que este tipo de materiales alternativos no entraña ningún riesgo para la salud, siendo más duraderos y amigables con el medio ambiente, al ser reciclables. Algunas marcas líderes se han apuntado con decisión a esta corriente y ofrecen la opción de obtener un mismo modelo con y sin antiadherente. Sus principales inconvenientes, aparte del peso de las sartenes de hierro, son los cuidados que hay que tener en cuanto a mantenimiento y la necesidad de aprender a cocinar de otro modo, teniendo en cuenta que las sartenes de hierro necesitan un proceso de curado. También hay limitaciones a la hora de introducirlas en el lavavajillas y, por supuesto, no son la alternativa ideal para, por ejemplo, hacer una tortilla de patatas. Las sartenes de acero vitrificado o esmaltado sin antiadherente, que fabrican marcas como Garcima, son una alternativa económica, ligera, duradera y fácil de limpiar y mantener. Sin embargo, su 15 -
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