Las nuevas ferias La ECHA y la EFSA «Estamos de acuerdo en que, con el actual proceso de evaluación de la EFSA (European Food Safety Authority), la elaboración de listas positivas para todos los FCM&A (Food Contact Materials & Articles) no armonizados representaría un ejercicio extremadamente intensivo en recursos», reconocen desde la FEC, que defiende por ello que la atención se centre estrictamente en las sustancias que tienen el potencial de trasladarse a los alimentos. Y es que el nuevo enfoque de la Comisión Europea adolece de falta de priorización de las sustancias más peligrosas y de evaluaciones actualizadas. «No estamos de acuerdo en que deba darse prioridad exclusivamente a las propiedades peligrosas de las sustancias. La exposición desempeña un papel importante en la evaluación del riesgo. De hecho, hay numerosos ejemplos de sustancias con propiedades peligrosas que se utilizan de forma segura porque su migración y, por lo tanto, la exposición de los consumidores, resulta prácticamente nula». Por ello, hace un llamamiento a la ECHA (European ChemicalsAgency) y la EFSA (European Food SafetyAuthority), reconociendo a la primera la autoridad para recopilar datos exhaustivos sobre los peligros de las sustancias, pero pidiendo que sea la seguda quien evalúe el riesgo, teniendo en cuenta la exposición, que se efectúa únicamente por vía oral. «El principio de precaución -en el caso de que existan pruebas de amenaza para la salud- no debe utilizarse como una solución general cuando falte información sobre estos peligros. Solamente debe invocarse cuando se demuestre una prueba razonable de amenaza», reivindica la industria. En defensa de las pymes La FEC considera que las normas no toman suficientemente en cuenta la especificidad de las pymes, tan importantes en el sector y en la economía europea en general. Tienen las mismas obligaciones con respecto a la seguridad de los FCM que todas las demás empresas y, por ello, la FEC pide que se eviten normas complejas y burocráticas para ayudar a todos los operadores empresariales a seguir siendo competitivos en el mercado mundial. La Federación asegura que el intercambio de información sobre seguridad y cumplimiento en la cadena de suministro es insuficiente. Y es extremadamente crítica con la aplicación de las normas, que considera «en general deficiente», siendo esto especialmente grave en varios países de la Unión Europea. «Esto causa una falsa percepción de falta de seguridad, pero en realidad estamos hablando de falta de control». En cuanto a la disponibilidad de normas para el ensayo de sustancias, hay un número limitado de métodos de ensayo acreditados. Por ello, se pide un aumento significativo de los recursos y de los conocimientos especializados en esta materia. Clarificar definiciones La FEC pide a la Comisión Europea que aclare qué quiere decir cuando afirma que «las normas actuales no fomentan el desarrollo de alternativas más seguras y sostenibles». Sobre el concepto de ‘alternativas más seguras’ es necesario que la seguridad de los FCM se defina objetivamente, no en la percepción del riesgo. Los miembros de la FEC siempre han invertido en el desarrollo de productos compatibles con los más altos estándares de seguridad y aseguran que «no tenemos pruebas de que los controles fronterizos en la UE siempre hayan sido capaces de detectar materiales no conformes importados de otros países». Por otro lado, la FEC insta a la Comisión a que adopte medidas para regular el uso de plásticos reciclados y a que amplíe las normas con el fin de fomentar la innovación con nuevas tecnologías, como el reciclado químico y físico. Pero anima a clarificar y revisar alguna de las definiciones que se usan. Un ejemplo: el artículo 1(2) del texto con que se trabaja actualmente habla de materiales para los que «se espera razonablemente que entren en contacto con alimentos». Ello deja un amplio margen para la interpretación y, quizás, para limitaciones innecesarias. La industria eleva la voz Si bien la FEC reconoce las limitaciones de las listas positivas y la necesidad de establecer prioridades y de una gestión más eficiente de las sustancias, considera que: La priorización debe referirse principalmente a las sustancias que tienen un perfil de peligro crítico y a las que los consumidores están expuestos a través de la ingestión. La evaluación de grupos de sustancias debe realizarse cuando estas sustancias presenten características comunes, como un comportamiento de migración igual o similar, un perfil de peligro igual o similar… No hay que establecer prioridades que no consideren la exposición real de los consumidores a las sustancias en cuestión. Esto solo puede introducir una carga innecesaria y representar un obstáculo para la innovación. El principio de precaución no debe utilizarse para compensar la falta de información sobre el peligro y la exposición. El enfoque de «una sustancia, una evaluación» debe tener en cuenta la diferente forma de exposición a una sustancia química. Para los FCM, la exposición oral es relevante. «No podemos considerar diferentes vías de exposición alternativas a la ingesta oral. Esto es científicamente incorrecto y puede conducir a limitaciones innecesarias». 47 -
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx