En materia de diseño, la integración de un extenso colorido y, sobre todo, la adopción de formas que rompen con lo habitual son las tónicas dominantes. Los utensilios de cocina clásicos se reinventan y adoptan diseños que los camuflan, convirtiéndose en objetos casi decorativos. Algunos accesorios tienen una estética tan elegante que se pueden usar directamente en la mesa. Es el caso de los ralladores para queso, que acompañan los platos de pasta. Tras muchos años de saturación del mercado y de lanzamiento desmesurado de novedades, los utensilios de cocina buscan la racionalidad, la calidad de los materiales y el ahorro de espacio Sostenibilidad, duración, multifuncionalidad, ahorro de espacio y respeto por los antiadherentes. Estas son algunas de las claves que determinan las novedades en el sector de los utensilios de cocina, que si bien se han ralentizado durante la pandemia, siguen siendo numerosas e imaginativas. Este es un mercado eminentemente funcional, porque el cometido de los utensilios no es otro que el de asistir en la cocina para que las tareas de preparación sean más fáciles, rápidas, precisas, seguras y limpias. Por ello, se trata de un sector que ha priorizado la eficacia a la estética y que se cuenta entre las industrias más creativas en materia de diseño industrial cuando se trata de dar soluciones a las necesidades nacidas en la cocina. Como tendencia creciente, aparece la sostenibilidad: cada vez hay más utensilios hechos con materiales de origen orgánico, reciclables y sostenibles. Al mismo tiempo, se imponen los embalajes que huyen del plástico y optan por otros materiales más reciclables. Este es un sector donde la moda ha tenido un cierto peso y donde muchas de las innovaciones que se presentan han respondido en el pasado a tendencias pasajeras. La industria se lo podía permitir, dado que se trata de elementos en los que el consumidor ha de realizar una modesta inversión y que ocupan poco espacio en la cocina. No obstante, en los últimos tiempos se ha impuesto una racionalización: los consumidores, ecológicamente concienciados, no quieren acumular productos Imagen de OXO 38 -
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