breaking news MISCELÁNEA La crisis sanitaria ha sacado lo mejor de algunas empresas que se han volcado en ayudar a los centros hospitalarios y residencias de ancianos en los peores momentos de la llegada del virus a nuestro país. Desde la revista Menaje hemos tenido conocimiento de las donaciones realizadas por empresas como Denox, Rolser o Taurus, pero estamos seguros de que hay muchos más ejemplos. La International Housewares Association, que canceló la feria de Chicago en marzo, difunde a través de su página web numerosas ideas sobre cómo continuar haciendo negocio en tiempos de Covid19. La empresa Rolser ha conseguido un hito muy importante: todas sus escaleras ya no tienen solo la consideración de domésticas, sino que pueden ser vendidas para uso profesional. Después demucho tiempo y esfuerzo, la empresa ha logrado adaptarse a los cambios de versión de la norma UNE-EN 131, cumpliendo todos los requisitos marcados y los ensayos más restrictivos de la normativa vigente. LA FEDERACIÓN EUROPEA NEGOCIA CAMBIOS NORMATIVOS EN LA UE Se avecinan nuevos cambios regulatorios que, a nivel europeo, tendrán grandes efectos sobre el sector. Por un lado, se esta debatiendo una enmienda del Reglamento armonizado sobre plásticos 10/2011. Las listas de SVHC (substances very high concept) se actualiza, generalmente, dos veces al año, con nuevas propuestas de clasificación armonizada. En el campo de las regulaciones de contacto con los alimentos, hay cambios importantes que están empezando a tomar forma, esperando un primer documento en la primera mitad de 2020. Todo apunta a que se exigirán límites más estrictos a la migración de los oligómeros, pero las organizaciones no gubernamentales piden también la evaluación de las NIAS (sustancias añadidas intencionalmente) en los materiales de contacto con los alimentos. La Federación Europea de las Industrias de la Cuchillería, la Cubertería y los elementos de cocción (FEC) participa en estas negociaciones, como también en las referentes a la clasificación armonizada del dióxido de titanio y el cobalto. Se avecinan igualmente cambios para el uso de la plata en la cubertería, para la cual se requeriría un etiquetado específico avisando a los clientes sobre la posible migración de sustancias a los alimentos en determinadas condiciones. La actualidad tiene un nombre: CORONAVIRUS. Su afectación sobre nuestra vida y sobre la concepción que hasta el momento teníamos de nuestro país, nuestro continente y nuestra economía es tan extremadamente grande que, en estos momentos, nadie es capaz de prever con seguridad cómo será el futuro. Al cierre de nuestra edición, con establecimientos minoristas cerrados y restaurantes clausurados sine die, es difícil saber cómo reaccionará el sector a todo cuanto está pasando. Los más optimistas dicen que, una vez regrese la normalidad (y todo dependerá de cuánto tarde ello en producirse), la recuperación de la economía será rápida, porque no estamos (todavía) ante una crisis financiera como la de 2008. Sin embargo, los organismos internacionales no se muestran tan positivos y auguran grandes afectaciones a todos los niveles. La actividad en las fábricas se ha reducido de manera notable o se ha paralizado completamente, apareciendo la figura del ERTE como unamanera de esquivar el abismo. Por fuerza mayor, porque la crisis ha dejado sin suministros a las empresas pero, sobre todo, sin clientes. Con las tiendas cerradas y dificultades para exportar, muchas líneas de producción se han detenido y algunas empresas decidieron, desde el pasado 16 de marzo, mandar a todos sus trabajadores a casa. El teletrabajo ha suplido solo en parte la actividad; pero la paralización es más que evidente. No obstante, el sufrimiento del sector es anterior a la llegada del coronavirus a Europa. El cierre de la producción china durante dos meses ya afectaba al normal funcionamiento demuchas empresas a finales de enero. China fabrica componentes que no tienen sustitutivos en Europa; nadie más los produce. Por ello, uno de los primeros efectos del coronavirus fueron los problemas de abastecimiento demuchas compañías. La fábrica del mundo se tambaleó e hizo pensar a algunos que quizás estábamos ante un cambio de modelo: la oportunidad de devolver a Europa parte de la fabricación que se ha trasladado al gigante asiático. La perspectiva ha cambiado con la pandemia dentro de las fronteras europeas y, en estos momentos, pocas certezas existen sobre cómo se reequilibrará la economía post-covid19. El sector ha visto cancelar ferias tan importantes como las de Chicago, Hong Kong y Cantón y aplazar otras como Hostelco y Alimentaria en Barcelona. Ambiente, en Franfurt, se celebró casi ‘in extremis’, con la amenaza a las puertas y con un descenso de visitantes del 20% que todos los expositores notaron, en mayor o menor medida. La buena noticia es que la mayor feria del mundo ya tiene reservada, a fecha de hoy, el 90% de su superficie en 2021. Un dato para la esperanza. Donde se espera que la recuperación tarde más en manifestarse es en el sector del turismo; y ello, en un país donde es la principal industria. Los movimientos aéreos han quedado paralizados y tardaremos en volver a ver aeropuertos abarrotados y colapsos en las cintas de seguridad. España lo apuesta todo al turismo interno, que podría salvar la temporada. Pero las asociaciones que agrupan al sector de la hostelería ya avisan de que hasta un 15%de los bares y restaurantes podrían echar el cierre de manera permanente. Y FELAC, la federación que agrupa a los fabricantes de equipamientos para hostelería, prevé que este año la facturación del sector caerá un 36%, después de un descenso de la demanda del 74% durante la segunda quincena de marzo.
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