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mercados Los pasteles ya pueden ‘imprimirse’ en 3D El hábito de realizar postres en casa, que parece que ha sido importado como tantos otros de Norteamérica, cuenta con verdaderos «gigantes» del negocio, como Wilton, Vahiné o Dr. Oetker. Pero la repostería sigue guardando muchos ases en la manga, de la mano de la creación en 3D, por ejemplo, aunque ahora la máxima innovación ha cambiado de manos y ha vuelto a las de los pasteleros profesionales (no se sabe si temporalmente). La sofisticación es cada día mayor y ello supone inversiones importantes en formación y maquinaria. Por ejemplo, la impresión 3D, una tecnología que permite crear modelos y estructuras tridimensionales mediante diferentes técnicas de inyección y extrusión, se está desarrollando con fuerza en el campo de la pastelería. De hecho, la mayoría de impresoras 3D de uso alimentario funcionan de una manera similar a como lo hace una manga pastelera: van añadiendo capas y capas de comida y, aunque aún no se puede imprimir con todo tipo de ingredientes, es habitual que se empleen ingredientes cremosos y no duros, como chocolate, diferentes cremas (de mantequilla o de queso), helados y mermeladas. Esta tecnología empezó a caminar en el entorno de la ingeniería de los materiales con el fin de reducir los tiempos y costes del desarrollo de moldes y estructuras tridimensionales necesarias en el proceso de diseño industrial. Desde hace un tiempo, los sistemas de impresión 3D han dado el salto al campo doméstico y permiten, mediante un interfaz adecuado, llevar al mundo físico un modelo digital desarrollado en nuestro ordenador. ChefJet es una máquina pensada para el mundo de la repostería, que trabaja con ingredientes como el azúcar, chocolate y sabores artificiales como la vainilla y frutilla, además de colorantes. Por su parte, Choc Creator es una impresora 3D especializada en chocolate, que puede crear formas y combinaciones exquisitas diseñadas desde el ordenador. Pero este sector está todavía en un estado de evolución muy incipiente. Por ejemplo, no se puede imprimir con todo tipo de ingredientes y todavía no se ha conseguido introducir la cocción entre las funciones de las impresoras: la mayoría de máquinas no cuecen y se necesita terminar el plato en el horno, la sartén o la olla. Para imprimir un pastel hay que proporcionar la materia prima, programarla y esperar a que se prepare el plato, un proceso que puede tardar desde sólo cinco minutos hasta veinte o treinta, dependiendo de la dificultad. l y tartas de autor, dulces únicos realizados por encargo y adaptados a las necesidades de cada cliente. Las grandes cadenas de supermercados hicieron su nada despreciable contribución al incluir en su oferta ingredientes para hacer pasteles y dulces: ya no había que desplazarse a la tienda especializada para adquirirlos. De todo aquel auge han quedado valiosas herencias. Por un lado, los consumidores españoles redescubrieron el placer de diseñar, elaborar y hornear sus propios dulces en casa; y es más, de convertir esta tarea en un tiempo lúdico, que se puede compartir con los más pequeños del hogar. Por otro lado, el auge de la repostería hogareña ha impulsado la innovación en utensilios como los moldes, los pinceles, las mangas, las espátulas, los boles, las cucharas medidoras… un sinfín de elementos que antes estaban ausentes de los hogares y que, poco a poco, durante los últimos diez años, se han ido incorporando a las cocinas. Un sector maduro La evolución que ha experimentado la oferta durante la última década es espectacular e incomparable con ningún cambio anterior de este mercado. El sector de los utensilios para repostería vive una «dulce» consolidación y madurez. Productos cualitativos, elegantes y prácticos son el reflejo de ello, con un ritmo de lanzamientos acorde con la dimen-sión de la demanda y una oferta estable y proporcionada. El sector de los utensilios para repostería continúa ofreciendo nuevas soluciones que sorprenden al cliente, no solamente en cuanto a formas y opciones de decoración, sino también respecto a materiales y prestaciones. Las novedades muestran la gran inventiva a nivel de diseños, sobre todo por lo que se refiere a los moldes con formas, que en muchas ocasiones suelen acompañarse de recetarios e ideas. Incluso para los más pequeños de la casa existen ya en el mercado interesantes propuestas para meter las manos en la masa, convirtiendo el momento de elaborar dulces en una actividad de ocio en familia. Los lineales de las tiendas de menaje y los catálogos de las principales cadenas de ferretería reflejan perfectamente la gran aceptación que tienen estos productos entre el público. Además, la demanda de utensilios de repostería es cada vez menos estacional. Si antes se disparaba al acercarse fechas como Navidad o Pascua, ahora el mercado pide este tipo de productos prácticamente durante todo el año, si bien es cierto que en determinadas fechas se producen puntas en las ventas de algunos elementos concretos. Técnicas como el fondant o los cupcakes, fáciles de elaborar, 29 - menaje

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