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Curver Curver acaba de lanzar los nuevos Chic Bin, contenedores prácticos y con un diseño muy especial, que hacen la vida más fácil. Son tan elegantes que se pueden ubicar en cualquier rincón: cocina, baño, habitaciones, despacho… En negro o acero, combinan con cualquier estilo de decoración. Y su diseño es perfecto para pasar desapercibido, integrándose a la perfección en cualquier ambiente. Chic Bin destaca por sus detalles: mango de goma que facilita la apertura sin tocar la tapa y, además, hace de tope y protege la pared cuando el cubo está completamente abierto; asa trasera para transportarlo con total comodidad; patas de goma antideslizante; un cómodo pedal con acabado en metal IML, a juego con el contenedor; y algo tan sencillo como una junta de goma en el borde de la tapa que evita que escapen los olores. Además, es muy fácil colocar la bolsa, que queda fija en el interior. En cuanto al diseño, las esquinas son redondeadas para que la higiene sea más fácil. Los modelos pequeño y mediano disponen de cubeta interna y todos cuentan con una base robusta y ancha que favorece la estabilidad. mercados Protenrop Los cubos Ecol Duo y Ecol Trio de Protenrop están pensados para los amantes del medioambiente y el diseño. Incluyen dos y tres cubetas interiores (respectivamente), de plástico, extraíbles y de igual tamaño (15 litros cada una) para facilitar la separación de desperdicios en la cocina. Ecol Duo y Ecol Trio son muy funcionales y fáciles de usar: basta con presionar ligeramente con el pie sobre el pedal para abrir la tapa que da acceso a las cubetas interiores de plástico. Se pueden utilizar para separar material orgánico biodegradable, envases de cartón, papel, plástico y vidrio… a gusto del consumidor. El robusto cuerpo de los cubos está realizado en acero inoxidable de primera calidad y la tapa de polipropileno se puede limpiar fácilmente. También dispone de una base de plástico para no rallar el suelo. España solo recupera el 34% de los residuos que genera Lejos de los objetivos de la Unión Europea La conciencia ambiental de los españoles sigue siendo claramente insuficiente: España se sitúa a la cola de los países europeos y a mucha distancia de las tasas que exige la Comisión Europea. Solo se recupera el 34% del total de los residuos que produce, casi quince puntos menos que la media europea (46%) y lejos del objetivo marcado por la Comisión Europea, del 55% en 2025 y del 65% en 2035. Donde más se ha avanzado es en el tratamiento de los envases. Según la empresa Ecoembes, cada ciudadano español depositó en 2018 un total de 15,7 kilos de envases de plástico, latas y tetrabriks en el contenedor amari l lo (un 12,3% más que en 2017) y 18,1 kilos en el contenedor azul (12,4% más que en 2017). Esto supone el mayor incremento desde que se implantó el reciclaje de envases en España. Una red de contenedores Esto ha sido posible gracias a la colaboración de los 8.131 ayuntamientos y más de 12.400 empresas, que han implantado una red de 383.974 contenedores amarillos y 217.170 contenedores azules por toda la geografía española (10.000 más que el 2017) y más de 37.800 puntos de reciclaje ubicados en lugares de gran tránsito. Ecoembes asegura que el 99% de los españoles tienen acceso a la recogida selectiva de estos envases, pues hay un contenedor por cada 162 habitantes. Cada español genera unos 500 kilos de basura al año (462 con los últimos datos oficiales de 2016), siendo los ciudadanos de las Baleares los que más residuos originan (671,1 kilos por habitante) y los riojanos los que menos, según el Instituto Nacional de Estadística. En cuanto al reciclaje, en 2014 se llegó a los 27 millones de toneladas, y fueron principalmente residuos metálicos (12,3 millones) y papel y cartón (4,1). residuos que genera cada domicilio y que abren la puerta al pago por peso: quien más residuos genere pagará más. Algunos ayuntamientos del país ya se plantean pasar de la concienciación a la sanción, con diferentes sistemas, entre los que destaca la implantación de tarjetas magnéticas que, a la hora de echar los residuos, identifican al ciudadano y comprueban el correcto uso de los contenedores. Y es que, tras innumerables campañas informativas, no hay ciudadano que no conozca su deber de contribuir a una sociedad más limpia y saludable. Todo ello está sucediendo al mismo tiempo que se empieza a hablar de reducir e incluso de reutilizar. La campaña «Fes-lo nou de nou» (Hazlo nuevo de nuevo) de la Generalitat de Catalunya camina en este sentido, tratando de concienciar en contra del consumismo excesivo. Del mismo modo, numerosas entidades están luchando para terminar con el sinsentido de los embalajes, los films de plástico y las bandejas de porexpan en los supermercados. Todo ello podría conducirnos a nuevos paradigmas en cuanto a residuos: no se trata solamente de separar, sino también (y prioritariamente) de reducir y de reutilizar. Cómo afectará todo ello a nuestros hábitos a la hora de recoger, separar y depositar los «Cada hogar tiene su propio método para separar los residuos, siendo los cubos de reciclaje uno de los más funcionales» 45 - menaje

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