La aparición de vinilos o de telas tejanas en las bolsas son quizás meras anécdotas, que demuestran no obstante la capacidad que tiene el sector para renovarse. El último paso ha sido romper la interdependencia entre chasis y bolsa, de modo que ya se pueden escoger ambos por separado, dando al consumidor la opción de vestir en el propio comercio su chasis preferido con el diseño que más le atrae. Apuesta por la innovación Las principales firmas del sector no paran de innovar, lanzando nuevos modelos a cada temporada. Y no solamente los estampados y los colores se renuevan, sino que también se producen avances tecnológicos que hacen del carro de compra algo más que un simple medio para ir al mercado o la tienda. Unos tienen cuatro ruedas y se sitúan delante del usuario, al estilo de un cochecito de bebé; otros son de dos ruedas y se estiran desde atrás, como una maleta. Carros que giran 360º sin esfuerzo, que suben escaleras, que se pliegan hasta convertirse en un bolso de mano, que caben en el maletero del coche… Sea como sea, este producto ha reconquistado la calle y acompaña a cada vez más ciudadanos al supermercado, al mercado e incluso al picnic o el paseo. Muchas compañías están invirtiendo en hacer más ligeros los chasis y la realidad es que se están consiguiendo avances espectaculares, que dejan atrás cualquier reminiscencia de aparatosidad. Aunque la esencia del carro de compra se ha mantenido prácticamente intacta con el paso de los años, existen algunas propuestas que reinventan el producto. La empresa Jata, por ejemplo, reviste el interior de sus bolsas de poliéster extraresistente con una lámina de aluminio, material aislante, respetuoso con el medio ambiente y libre de tóxicos, antibacteriano y de fácil limpieza. «Muchas compañías invierten en hacer más ligeros los chasis. Se están consiguiendo avances espectaculares, que dejan atrás cualquier reminiscencia de aparatosidad» Los carros de compra actuales son más cómodos y funcionales que nunca y se adaptan al perfil del usuario, según su edad, la carga media que suele arrastrar, la distancia del domicilio al centro de compra o la presencia de escaleras en el recorrido. Han incorporado diferentes mejoras en manejabilidad, para que cualquier persona pueda, por ejemplo, subir y bajar los bordillos de manera fácil y cómoda. El modelo más evolucionado es el carro de seis ruedas, que prácticamente «sube solo» los escalones, aunque su demanda es minoritaria. El más usado por las personas mayores es el de cuatro ruedas, cuyo reparto de pesos y fuerzas lo hace extremadamente manejable. Y para usuarios jóvenes, el más común es el modelo de dos ruedas, plegable y más ligero. Los chasis de aluminio, ligeros y manejables, permiten desplazar hasta 50 kilogramos de peso con total comodidad, gracias a la incorporación de materiales de calidad. La investigación en sistemas de plegado ha conseguido que, una vez en casa, ocupen el mínimo espacio: algunas marcas han logrado resultados espectaculares en este aspecto. En la simplificación de las fases de plegado y la comodidad para transportar el carro una vez plegado se centran actualmente algunas innovaciones. Bolsillos complementarios traseros y delanteros, cremalleras y solapas con velcro, bolsas isotérmicas o mangos ergonómicos soft touch forman ya parte habitual de los modelos en el mercado.
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